En un nuevo artículo publicado en The Conversation, el profesor de Astrofísica de la Universidad del sur de Queensland, Jonti Horner, ha ofrecido nuevos detalles sobre la razón por la que los científicos aún no dominan totalmente la detección de asteroides potencialmente peligrosos que tienen como destino nuestro planeta.
Horner afirma que la Tierra está constantemente acechada por cometas y asteroides, los cuales pasan muy cerca de nosotros y muchas veces se hacen indetectables. El profesor cita el ejemplo de una explosión ocurrida en el mar de Bering, Rusia, el pasado 18 de diciembre, producida por un asteroide de 10 metros de diámetro. En ese entonces, el asteroide no fue detectado por ninguna agencia espacial.
Esto se debe en parte a que el evento ocurrió en una zona remota del mundo, y aunque la NASA recopiló los datos sobre el estallido, no fue hasta la 50ª Conferencia de Ciencia Lunar y Planetaria que se celebra esta semana, que la comunidad científica supo sobre el asteroide.
En su explicación sobre la formación de asteroides y cometas, Horner menciona los “desechos espaciales”, definidos como el material restante de la formación de los planetas. A pesar de que estos desechos están encerrados en “depósitos” lejanos de la Tierra, como el cinturón de Edgeworth-Kuiper, entre otros, muchos de ellos son asteroides de varios kilómetros de diámetro.
Aunque al colisionar con nuestro planeta, casi todos estos desechos resultan inofensivos, la Tierra aún conserva las huellas de impactos devastadores, como la colisión que contribuyó a la extinción de los dinosaurios.
Además de esto, Horner asegura que las colisiones pequeñas también representan un riesgo para las personas. En este sentido, el científico cita la explosión ocurrida en 1908 en Siberia, donde 2,000 kilómetros cuadrados de bosque fueron arrasados por el fuego. Si este impacto se hubiese presentado 2 horas después, San Petersburgo hubiese sido destruida.
Horner afirma que la comunidad científica aún está tratando de determinar la frecuencia con la que ocurren estos eventos. De hecho, el profesor asegura que la información disponible actualmente sobre esta frecuencia es bastante limitada, ya que las estimaciones de los científicos varían de forma dramática.
A pesar que durante los últimos 20 años se han desplegado esfuerzos por encontrar objetos que supongan un riesgo para la vida humana en la Tierra, muchos asteroides potencialmente peligrosos siguen sin ser detectados. En el caso de los asteroides de gran tamaño, Horner dice que hay una esperanza.
Las misiones espaciales OSIRIS-REx, Hayabusa y Hayabusa 2 han viajado a asteroides cercanos a nuestro planeta, logrando aterrizar sobre ellos y desviar su dirección. Esto es un gran paso, según Horner, ya que, por primera vez en nuestra historia, tenemos la capacidad de controlar realmente nuestro destino como humanidad.
Referencia: Why dangerous asteroids heading to Earth are so hard to detect. The Conversation, March 22, 2019 2.27am EDT. Enlace: https://theconversation.com/why-dangerous-asteroids-heading-to-earth-are-so-hard-to-detect-113845