Si nos fijamos bien, podemos darnos cuenta de que últimamente, asuntos relacionados a la ansiedad y la depresión parecieran ser los temas de moda. En este sentido, es posible pensar que los índices de ansiedad han aumentado considerablemente.
De acuerdo a diversas investigaciones, esto podría deberse a la forma en la que han aumentado las demandas que recibimos del entorno, el cambio en los estándares de vida y lo altamente expuestas que están nuestras vidas en las redes sociales.
Así, tan como se ha observado, cada vez son más las personas que van desarrollando rasgos de personalidad asociados al perfeccionismo, además de tendencias a sufrir ansiedad.
La buena noticia es que, como cada vez más personas están hablando de este problema, el estigma que yace sobre la ansiedad y otros problemas mentales se va borrando, haciendo más probable que las personas busquen ayuda especializada.
¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es una emoción normal en la mayoría de los organismos. De hecho, algunos teóricos se atreven a categorizar la ansiedad como una emoción secundaria. En este sentido, esta emoción funciona como un mecanismo biológico que nos permite estar alerta y poner en marcha estrategias de defensa ante cualquier amenaza.
En otras palabras, la ansiedad funciona como una señal anticipatoria de que se aproxima una amenaza, de forma que podamos estar preparados para defenderlos. Así, todas las personas, en algún momento de sus vidas, habrán sentido ansiedad al menos una vez, ante algún estimulo particular, pues forma parte de las emociones normales.
No obstante, en ocasiones, esta emoción se exacerba y se presenta en niveles demasiado intensos o ante estímulos inapropiados resultando incapacitante. Ahí es cuando se empieza a hablar de un trastorno de ansiedad. Estos trastornos, pueden presentarse de una variedad de formas, como las fobias, el trastorno de ansiedad generalizado, los ataques de pánico, entre otros.
En estos casos, los niveles de ansiedad son tan intensos y esta se presenta de forma tan frecuente, que las personas tienen dificultades para llevar una vida normal y cumplir con sus actividades cotidianas. Esto limita su capacidad de gozar de bienestar y calidad de vida, además de estar asociado a importantes problemas de salud física.
¿Por qué sentimos ansiedad?
Si bien la ansiedad ha formado parte de nuestras emociones desde tiempos inmemoriales, en la actualidad pudiese observarse un aumento en los índices de este problema. Al respecto, los expertos aseguran que pudiesen haber varios factores involucrados.
Por ejemplo, se plantea que nuestro mundo moderno, caracterizado por ser altamente demandante, podría exacerbar nuestros niveles de ansiedad. En este sentido, los altos niveles de competitividad que caracterizan a la vida actual podrían hacernos sentir más ansiosos de lo normal.
En la misma forma, algunos rasgos de personalidad, como el perfeccionismo y el neuroticismo, comunes entre los Millennials, predisponen a la ansiedad. Finalmente, los expertos aseguran que, con las redes sociales, ha aumentado la proporción de personas dispuestas a hablar sobre sus problemas.
Esto, a la larga, podría ir eliminando el estigma que recae sobre la ansiedad y otros problemas relacionados a la salud mental, haciendo más probable que las personas busquen ayuda.
¿Cómo podemos manejar la ansiedad?

Para manejar la ansiedad, lo más importante es buscar ayuda especializada. En estos casos, los profesionales en el asunto se encargarán de acompañar a las personas víctimas de esta emoción a determinar las causas de su problema y buscar la mejor forma de solucionarlo.
En este sentido, es importante acotar que no existen curas mágicas para los problemas de ansiedad; si bien hay formas de manejarla, es necesario el acompañamiento de un profesional en materia de salud mental.
Por su parte, los expertos aseguran que la mejor manera de mantener la ansiedad a raya implica mantener hábitos de salud.
Esto implica tener horarios adecuados de sueño, llevar una alimentación adecuada y hacer ejercicio periódicamente.
Adicionalmente, se ha observado que la práctica del yoga y la meditación podrían ser de ayuda para lidiar con esto. Sin embargo, debe quedar suficientemente clara la necesidad de acudir a ayuda especializada si el tema de la ansiedad empieza a salirse de control.
Referencias:
- Anxiety sensitivity, anxiety frequency and the prediction of fearfulness. https://doi.org/10.1016/0005-7967(86)90143-9
- Distress Tolerance and Anxiety Sensitivity Cognitive Concerns: Testing the Incremental Contributions of Affect Dysregulation Constructs on Suicidal Ideation and Suicide Attempt. https://doi.org/10.1016/j.beth.2012.12.002
- The assessment of anxiety states by rating.https://doi.org/10.1111/j.2044-8341.1959.tb00467.x