Hace miles de años, antes de que el perro se convirtiera en el mejor amigo del hombre, los perros eran animales salvajes que, no en pocas oportunidades, podían llegar a ser bastante violentos con nuestros antepasados.

Sin embargo, todo esto cambió y ahora los perros se han convertido en nuestros acompañantes predilectos, formando parte de nuestra familia y siendo parte importante de diversos trabajos que pueden ir desde labores policiales y de servicio, hasta labores de acompañamiento emocional.

¿Dónde y cuándo se domesticó el perro?

Muchas de las razas de perros que conocemos actualmente parecen muy amigables. Sin embargo, los perros descienden del lobo. Al respecto, diversas investigaciones sostienen que el perro y el lobo se separaron de una especie de lobo actualmente extinto, hace unos 15.000 a 40.000 años.

Esta separación se produjo gracias a uno de los eventos más extraordinarios en la historia de la humanidad: la domesticación del perro. Sobre esto, son muchas las teorías que se han propuesto para explicar cómo fue el proceso que se tradujo en que el perro se convirtiera en el mejor amigo del hombre.

Sin embargo, no hay total certeza sobre estos planteamientos. En este sentido, los estudios genéticos sugieren que esto pudo haber ocurrido en Asia o en Europa. Asimismo, se sugiere que pudieron haber ocurrido varios procesos de domesticación que abarcan un periodo temporal de entre 14.000 y 40.000 años atrás en la historia.

Específicamente, se sugiere que un primer evento de domesticación pudo haber ocurrido en Asia, hace unos 14.000 años. Por su parte, la segunda domesticación parece hacer ocurrido en Europa. No obstante, los estudios sugieren que la rama de perros domesticados en Europa pudo no haber sobrevivido para contribuir en mayor medida a los perros que conocemos actualmente.

En resumen, a pesar de la falta de consenso respecto a donde y cuando se produjo la domesticación del perro, las evidencias apuntan a que este proceso pudo haber ocurrido en dos momentos y lugares distintos de forma independiente.

En particular, se propone que esto ocurrió tanto en Europa como en Asia, hace unos entre 14.000 y 40.000 años aproximadamente. No obstante, puede que el linaje de perros domesticados en Europa no haya sobrevivido. Esto significaría que los perros modernos pueden ser descendientes de los perros asiáticos domesticados.

¿Cómo se convirtió el perro en el mejor amigo del hombre?

Más allá de saber con precisión donde y cuando se domesticó al perro, los científicos se han preocupado por determinar cómo fue este proceso. Al respecto, existen varias teorías. En primer lugar, se plantea que nuestros antepasados, de alguna forma, lograron capturar cachorros de lobo, que fueron criados como mascotas, lo que se tradujo en una domesticación gradual.

Según los registros, esto pudo haber ocurrido al mismo tiempo que la agricultura adquiría un gran auge, más o menos hace unos 10.000 años atrás en la historia.

En este caso, se han encontrado fósiles antiguos de lo que se creen perros domésticos que datan de hace unos 14.000 años. No obstante, se tienen registros de fósiles casi el doble de antiguos de estos que muestran señales de haber sido perros domesticados.

Teniendo en cuenta que el perro pudo haber sido domesticado mucho antes de lo que se cree, han surgido otras teorías para explicar cómo fue que el perro se convirtió en el mejor amigo del hombre.

¿Los perros se domesticaron a sí mismos?

Una de las teorías que más auge ha cobrado los últimos años sobre la domesticación del perro sugiere que este proceso, más que haber sido guiado por el hombre, fue una decisión de los mismos perros. Es lo que se denomina como autodomesticación.

Al respecto, los expertos argumentan que los primeros lobos domesticados se trataban de peligrosos depredadores. Esto hace poco probable que el ser humano participase de forma activa en su domesticación o que, al menos, fuese una decisión humana.

Adicionalmente, estudios sugieren que los cambios físicos que se fueron produciendo en los perros con el pasar del tiempo, incluyendo la forma de la cola y de las orejas, además del color de su pelaje, aportan evidencias respecto al proceso de autodomesticación.

Específicamente, se plantea que la amabilidad con respecto a los humanos pudo haber impulsado estos cambios fenotípicos como resultado de la selección natural en unas cuantas generaciones. En este caso, se sugiere que algunos lobos tuvieron la incitativa de acercarse progresivamente a los asentamientos humanos, a fin de aprovecharse de las sobras de comida.

Así, si bien algunos lobos se mantuvieron temerosos y agresivos hacia los humanos, tal como se comportan la mayoría de estos animales, algunos otros fueron más amables, lo que les dio acceso a alimentos. Estos últimos lobos tuvieron ventaja sobre los demás y la presión de la selección natural se tradujo en la domesticación de estos animales.

Casi al mismo tiempo, los humanos aprovecharon la seguridad que les proporcionaron estos primeros lobos amigables, dándole paso a esta increíble relación de la que la mayoría de las personas disfrutan actualmente.

El mejor amigo del hombre

En resumen, las evidencias sugieren que el perro, más que haber sido domesticado, se domesticó a sí mismo. Sin embargo, el ser humano también participó de este proceso, consolidando una relación que permanecería intocable por miles de años.

A grandes rasgos, se plantea que un primer grupo de lobos se acercó a los asentamientos humanos para conseguir alimentos. Allí, se dieron cuenta de que, siendo amigables podían obtener una fuente de comida constante, lo que les dio ventaja sobre otros lobos.

En tanto esto ocurría, el ser humano se dio cuenta de que podría aprovecharse de la seguridad que les proporcionaban los lobos, conformándose una relación de interés mutuo que, con el pasar de los años, se consolidó en un importante vínculo afectivo que perdura hasta la actualidad.

Así, poco a poco, el perro pasó de simplemente rondar los asentamientos humanos a acompañarnos a cazar, hasta convertirse en el importante miembro de nuestras familias que representa actualmente.

Referencias:

  1. The genomic signature of dog domestication reveals adaptation to a starch-rich diet. https://doi.org/10.1038/nature11837
  2. Rethinking dog domestication by integrating genetics, archeology, and biogeography. https://doi.org/10.1073/pnas.1203005109
  3. Toward understanding dog evolutionary and domestication history. https://doi.org/10.1016/j.crvi.2010.12.011
  4. Evolutionary genomics of dog domestication. https://doi.org/10.1007/s00335-011-9386-7

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