La hipertensión es una condición bastante frecuente que potencialmente puede llegar a ser mortal; cuando se sufre de esta afección, los pacientes corren un mayor riesgo de tener ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, entre otros. Por tanto, los científicos se han preocupado por desarrollar pautas de diagnóstico temprano a fin de prevenir esta enfermedad.

En este sentido, existen criterios para determinar si una persona debe tomar medidas adicionales para cuidar su tensión arterial; hasta el momento, el umbral de detección era de 140/90 mm Hg. No obstante, el Colegio Americano de Cardiología, en conjunto con la Asociación Americana del Corazón, desarrollaron nuevas pautas que podrían prevenir millones de eventos de enfermedades cardiovasculares en el lapso de una década.

Disminuir el umbral de hipertensión podría prevenir millones de casos de enfermedades graves

La hipertensión, también llamada tensión arterial alta, es una enfermedad en la que los vasos sanguíneos tienen una tensión alta de forma persistente, lo que puede ocasionar daños. Cada vez que el corazón late, bombea sangre hacia los vasos sanguíneos, que se encargan de llevarla a todas las partes del organismo. En este sentido, la tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre hacia las paredes de los vasos tras ser bombeada por el corazón. En la medida en la que la tensión aumenta, el corazón se ve obligado a hacer más esfuerzo, afectando la salud cardiovascular.

Dada la prevalencia de este trastorno, los científicos se han abocado a desarrollar pautas que permitan realizar un diagnóstico temprano, con el objetivo de poner en marcha los tratamientos más idóneos y prevenir problemas graves de salud. Sobre la base de esto, el criterio principal para diagnosticar hipertensión arterial y recetar medicamentos para combatirla era igualar o sobrepasar niveles de tensión de 140/90 mm Hg. Sin embargo, luego de un estudio, investigadores recomiendan disminuir este criterio.

La investigación estuvo a cargo de Adam Bress, quien se desempeña como Profesor Asistente en Ciencias de la Salud de la Población, en la Universidad de Salud de Utah. El objetivo era evaluar el efecto de lograr y mantener un criterio de tensión arterial más bajo; específicamente de 130/80 mm Hg.

Para ello, Bress junto a su equipo compararon la cantidad de eventos cardiovasculares evitados en adultos de mediana edad, de acuerdo a las pautas anteriores y las nuevas recomendaciones. De esta manera, descubrieron que bajando el umbral de detección sería posible prevenir 3,3 millones de eventos cardiovasculares adicionales en comparación con el criterio anterior.

Es necesario tener en cuenta algunas implicaciones del cambio

En resumen, al comparar la cantidad de problemas de salud que podrían prevenirse al disminuir las pautas diagnósticas de la hipertensión arterial, los investigadores encontraron que, al reducir el umbral, es posible prevenir una mayor cantidad de eventos cardiovasculares y otros problemas asociados a la hipertensión. Por tanto, la recomendación es basarse en el límite de 130/80 mm Hg, en lugar del umbral anterior de 140/90.

En la misma línea, investigaciones anteriores demuestran que las inversiones iniciales para aumentar el rango de pacientes tratados por hipertensión arterial pueden conducir a beneficios en la salud, además de disminuir los costos asociados al tratamiento. Sin embargo, hay algunos argumentos en contra de estos planteamientos.

Al respecto, algunos expertos aseguran que estos cambios pueden ser perjudiciales, ya que los medicamentos empleados para tratar la hipertensión pueden ocasionar efectos secundarios no deseados. No obstante, es de tener en cuenta que estos efectos secundarios suelen ser temporales y menos graves en comparación a las enfermedades asociadas a la hipertensión que podrían evitarse.

Finalmente, la recomendación gira en torno a la búsqueda de un consenso entre médicos y pacientes tomando en cuenta los beneficios y los riesgos de iniciar un tratamiento contra la hipertensión arterial en etapas tempranas. La idea es disminuir el riesgo de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y otros problemas asociados.

Referencia: Potential Cardiovascular Disease Events Prevented with Adoption of the 2017 American College of Cardiology/American Heart Association Blood Pressure Guideline, (2018). https://doi.org/10.1016/j.circ.2018.11.008

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