Desde que Estonia empezó a otorgar licencias a empresas del sector de la critomonedas se han emitido más de 900. Esto muestra la favorable actitud del país europeo a la naciente industria.
De hecho, Estonia es una de las primeras jurisdicciones de la Unión Europea en legalizar actividades relacionadas con las criptomonedas. Este país otorga dos tipos de licencias: una para operar Exchanges de activos digitales y otra para poder proveer servicios de Wallets. Hasta el momento se han otorgado alrededor de 500 de las primeras, y más de 400 de las segundas.
Según un informe publicado por Nikolay Demchuk, de la firma de abogados Njord, obtener una licencia es un proceso relativamente sencillo y simple.
La Unidad de Inteligencia Financiera de Estonia, el regulador que expide las licencias, tiene 30 días para revisar cada solicitud, pero en la mayoría de los casos se otorga una aprobación dentro de una o dos semanas. Sin embargo, una licencia puede ser revocada si la compañía no ha iniciado operaciones dentro de los seis meses posteriores a su recepción.
El informe de Demchuk destaca que los principales requisitos que deben cumplir las empresas se derivan de diversas normativas contra el lavado de dinero. Así como también los licenciatarios están obligados a cumplir con las leyes locales y europeas pertinentes. Esto debido a que las entidades criptográficas registradas en Estonia operan legalmente en la UE.
Sin embargo, no todo el color es color rosa. Si bien es cierto que el gobierno no ha colocado muchas trabas, las empresas nuevas se han quejado de que los bancos locales están reacios a ofrecerles servicios regulares.
Muchas de las fintech de Estonia has tendio que trabajar con bancos y proveedores de pagos extranjeros. En este sentido Demchuk afirma que: “Abrir una cuenta bancaria es el mayor problema que enfrentan las empresas de criptomonedas. Los bancos estonios aún no están listos para atender a los clientes que operan con criptoactivos”.