Las medidas que Japón ha estado tomando hacia las criptomonedas, durante los último meses, podrán parecer algo estrictas, pero los representantes de Coinbase piensa que podría representar una ventaja para su apertura en el territorio nipón.
Según el jefe de políticas de Coinbase, Mike Lempres:
El gobierno japonés está más enfocado en temas de seguridad, lo que podría ser positivo para nosotros.
Lempres explicó que una de las razones para su entusiasmo se debe a que actualmente se encuentran en conversaciones con la Autoridad de Servicios Financieros (FSA), a fin de obtener una licencia de operaciones para el próximo 2019.
Pese que la FSA ha mantenido una posición bastante estricta e inamovible durante los pasados meses, sumado al hecho que aún penden unas 160 solicitudes de exchanges por revisar, la actitud de Coinbase no parece deprimirse ante los obstáculos.
De hecho, Lempres agregó que:
Tenemos todo diseñado para proteger nuestro almacenamiento en los Estados Unidos. No haremos nada para aumentar la posibilidad de un hackeo. Sería difícil para nosotros duplicar lo que hacemos hoy en los Estados Unidos en Japón y otros países.
Actualmente, la FSA ha exigido que los exchanges aumenten su seguridad, en previsión de hackeos o fallas en sus sistemas. Este es un punto que Coinbase considera a su favor, pues su equipo ha invertido significativamente en sus provisiones de ciberseguridad, especialmente tras el hackeo del pasado enero, en el que fueron robados $500 millones de dólares.
De lograr obtener una licencia de operaciones en Japón, implicaría un enorme hito para la firma, ya que podrá expandir sus horizontes comerciales en uno de los países más influyentes en el terreno descentralizado.