Generalmente, cuando una persona sufre de apendicitis, debe someterse a una intervención quirúrgica a fin de remover el órgano enfermo.
Esta es una cirugía bastante común; de hecho, según estudios, 1 de cada 20 estadounidenses será diagnosticado con apendicitis en algún momento de su vida.
Esto se traduce en aproximadamente 300.000 apendicectomías anuales, tan sólo en estados unidos.
Sin embargo, siguiendo los resultados de una investigación reciente, es posible evitar este procedimiento quirúrgico gracias al tratamiento con antibióticos.
El tratamiento predilecto para la apendicitis suele ser la cirugía

La mayoría de las veces, la apendicitis no causa complicaciones graves si es tratada a tiempo.
En general, cuando un paciente es diagnosticado con esta dolencia, se programa una cirugía en la que se le extrae el apéndice.
Posteriormente, luego de un par de días, el paciente puede abandonar el centro médico completamente recuperado.
Así, la apendicectomía, por mucho tiempo, ha sido el tratamiento predilecto para la apendicitis, ya que el órgano en cuestión no es necesario para el organismo.
Adicionalmente, se trata de una intervención rutinaria que implica pocos riesgos.
Sin embargo, aún se corren los riesgos asociados a cualquier tipo de cirugía invasiva, especialmente para aquellas personas que no están en un óptimo estado de salud.
De esta manera, la anestesia puede ocasionar problemas no previstos; sin contar que el procedimiento implica un mayor gasto económico.
Por tanto, inspirados por reportes en los que se ha tratado exitosamente la apendicitis con terapias de antibióticos por motivos de emergencia, un equipo de investigadores se trazó por objetivo comparar la eficacia de la terapia con antibióticos frente a la de la apendicectomía.
Cirugía versus antibióticos
A fin de investigar esto, se llevó a cabo un estudio de seguimiento por 5 años a 530 hombres y mujeres con edades comprendidas entre los 18 y los 60 años.
En un principio, se decidió aleatoriamente cuales de estos pacientes recibiría terapia con antibióticos o se sometería a una apendicectomía, luego de ser diagnosticados con apendicitis.
Específicamente, la terapia con antibióticos implicó una dosis intravenosa de erapenem, un medicamente usado para tratar infecciones bacterianas graves, durante 3 días, para luego continuar con 7 días de antibióticos vía oral.
Por su parte, todas las intervenciones quirúrgicas siguieron el protocolo normal, por lo que no se presentaron complicaciones graves.
De esta manera, se observó que el 61% de los pacientes tratados con antibióticos no requirieron una intervención quirúrgica durante el periodo de seguimiento.
Por otro lado, el 39% de los pacientes tratados con antibióticos volvieron a sufrir de apendicitis, por lo que tuvieron que ser intervenidos; sin embargo, esto no implicó ningún tipo de complicación mayor.
Al respecto, según los investigadores, los resultados son alentadores, pero se necesitan más estudios para poder desarrollar conclusiones definitivas.
Algunos casos de apendicitis pueden ser tratados con antibióticos
Dados los resultados, la terapia con antibióticos parece ser una alternativa viable a la intervención quirúrgica.
Sin embargo, es necesario tener en cuenta que, a pesar de lo evidenciado en la investigación, aún queda el riesgo latente de volver a sufrir de apendicitis unos meses o años después de someterse a este enfoque terapéutico.
En otras palabras, mientras el apéndice permanezca en el organismo, el riesgo de padecer apendicitis continua allí.
Aun así, los resultados son prometedores, por lo que los investigadores concluyen que ambos tratamientos son eficaces, por lo que la selección de uno u otro, dependerá del criterio del médico y del estado del paciente.
Referencia: Five-Year Follow-up of Antibiotic Therapy for Uncomplicated Acute Appendicitis in the APPAC Randomized Clinical Trial, (2018). https://www.doi.org/10.1001/jama.2018.13201