Generalmente, la ictericia es tratada exponiendo a los bebés a luz azul

La fototerapia es un tratamiento ampliamente utilizado para tratar la ictericia en los bebés recién nacidos.

No obstante, de acuerdo a una investigación reciente, este tratamiento puede tener efectos secundarios perjudiciales, tal como aumentar el riesgo de padecer epilepsia.

¿Qué es la fototerapia?

La fototerapia es un tratamiento convencional empleado para ayudar a los bebés recién nacidos a lidiar con la ictericia.

La ictericia es un padecimiento común en los bebés recién nacidos que está asociado a niveles excesivos de bilirrubina, un pigmento amarillo, en el torrente sanguíneo.

Específicamente, la bilirrubina es un subproducto natural de la descomposición de los glóbulos rojos.

Sin embargo, cuando los niveles de bilirrubina son demasiado altos, se conforma un entorno tóxico para las células neurológicas, lo que puede significar daños permanentes.

Una estrategia típica para tratar este cuadro es la fototerapia, a partir de lo que se expone a los recién nacidos a luz natural o artificial, generalmente de color azul.

En este sentido, la piel de los bebés absorbe la luz, de forma que la bilirrubina se vuelve soluble, excretándose con facilidad.

Sin embargo, de acuerdo a una investigación reciente, se tienen evidencias de que la fototerapia puede resultar más perjudicial que beneficiosa.

Los riesgos de la fototerapia

La investigación en cuestión estuvo a cargo de Thomas Newman, un Profesor de Epidemiología y Bioestadística, así como también de Pediatría, quien evaluó los efectos secundarios de la fototerapia.

Específicamente, tras analizar los datos de aproximadamente 500.000 recién nacidos, recabados durante de un período de seguimiento de 8 años, Newman descubrió que de esta muestra, el 7,6% había recibido fototerapia, de los cuales, una buena parte, había sufrido al menos una convulsión a lo largo de la vida.

Así, de acuerdo a los datos, aproximadamente 1,24 niños por cada 1000 de los que recibieron fototerapia, sufrieron al menos una convulsión y recibieron algún medicamento para tratar la epilepsia.

Por el contrario, de los niños no tratados, apenas 0,76 por cada mil niños habían afrontado una situación similar.

Teniendo esto en cuenta, los resultados sugieren que los niños tratados con fototerapia tienen un 22% más de riesgo de sufrir alguna convulsión o ser diagnosticados con epilepsia luego de esto.

Sin embargo, este fenómeno solo se observó en niños varones.

La fototerapia solo debe ser usada cuando es estrictamente necesaria

En síntesis, todo parece indicar que la fototerapia, tratamiento tradicional para la ictericia, expone a los bebés a un mayor riesgo de padecer convulsiones en el futuro.

Dados los resultados, los investigadores recomiendan evitar este tratamiento a menos que sea absolutamente necesario, puesto que los riesgos asociados parecen superar los beneficios que pueden obtenerse.

En torno a esto, según Newman, muchos bebés pueden no necesitar la fototerapia, ya que, con el pasar del tiempo y administrando una nutrición adecuada, es posible solucionar el problema de ictericia.

Por tanto, los investigadores concluyen que la fototerapia debe ser usada estrictamente en los bebés que realmente necesitan de este tratamiento, a fin de evitar peligrosos efectos secundarios no deseados.

Referencia: Childhood Seizures After Phototherapy, (2018). https://www.doi.org/10.1542/peds.2018-0648

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