Desde hace tiempo, el sitio web para música, Deezer, ya podía recomendarte canciones basándose en tu estado de ánimo al utilizar las letras de las canciones. Sin embargo hay mucho más detrás de una canción que la letra. También se deben tomar en cuenta el ritmo, los compases y otros elementos musicales para definir a qué estado de ánimo pertenece esa obra.
Un grupo de científicos ha sido consciente de esto y decidió experimentar con técnicas de inteligencia artificial para identificar de una manera más específica el “ánimo” de una canción y en consecuencia, realizar recomendaciones más acertadas.
¿Cómo lo hicieron?
Los investigadores diseñaron una red neural en la que hay pistas de audio e incrustaciones de palabras –word2vec– entrenadas con 1.6 millones de letras.
Describe el sitio VentureBeat que también utilizaron la Base de datos de Un Millón de Canciones (MSD) para enseñar al procedimiento a medir la resonancia emocional de las canciones con más de catorce mil palabras dentro de un rango de positivo a negativo, además de un estímulo que va desde lo más calmado hasta lo más enérgico.
Aparte de todo esto, los científicos utilizaron el catálogo de Deezer, compuesto por más de 50 millones de canciones, pues la MSD no tiene ni señales de audio ni letras. Se utilizó un 60% de la base de datos para entrenar el modelo.
Los hallazgos
El modelo de inteligencia artificial logró ser más preciso en cuanto a emociones se refiere, mientras que para detectar si era una canción positiva o negativa, basándose en las letras, le tomó más trabajo.
Sin embargo, al tratarse de un estudio inicial, los investigadores sugieren que con más experimentos ambos sistemas podrían mejorar considerablemente hasta alcanzar una mejor precisión, al utilizar etiquetas “para indicar el grado de ambigüedad en el ánimo de las pistas” y también al “mejorar modelos no supervisados entrenados en volúmenes altos y datos sin categorizar”.
La composición de una canción determina su “ánimo”
Cuando Adele estrenó ‘Hello’, una canción que se hizo increíblemente popular a nivel mundial en 2015, muchos investigadores comenzaron a preguntarse qué tenía su música que estaba asociada directamente con tristeza.
Luego un estudio determinó que algunas melodías pueden hacernos sentir tristes o felices dependiendo de su composición. La investigación realizada por científicos de la Universidad de McCaster en Canadá estudiaron a los compositores Bach y Chopin para evaluar cómo algunos segmentos de sus composiciones evocaban mayor emoción.
Resulta que la manera en cómo se utilizan ciertos patrones influye en las emociones, en tanto que, mientras más agudo y rápido es el patrón, las canciones se asocian más con la felicidad, y en contraste, mientras más grave y lento es el patrón, se asocia más con la tristeza.
Sería interesante ver cómo más adelante, la inteligencia emocional pueda determinar este tipo de elementos y así recomendar canciones más apropiadas a nuestro estado de ánimo de manera más precisa. Tal vez pueda llegar el día en que en lugar de recomendarnos música triste para cuando estemos tristes, también puedan recomendar música más animada para sacudirnos la tristeza.