A la hora de estudiar los trastornos del desarrollo, los científicos suelen centrarse en identificar una mutación genética primaria como la causa de este.
Sin embargo, de acuerdo a una investigación reciente, este enfoque no permite explicar por qué las personas con una misma mutación primaria, desarrollan características y síntomas tan diferentes.
En este sentido, los investigadores sugieren que una aproximación más exhaustiva implica tener en cuenta el total de mutaciones genéticas a fin de develar las causas de las diferencias entre los síntomas de un mismo trastorno, en lugar de centrarse en una sola mutación.
Más que centrarse en una mutación particular, debe estudiarse el acervo genético en general
De acuerdo a Santhosh Girirajan, Profesor Asociado de Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad Penn State, quien dirigió la investigación, el desarrollo y la gravedad de algunos trastornos, como el autismo y el trastorno por déficit de atención, dependen de diversos cambios en la secuencia del ADN, en lugar de una única mutación genética.
Así, se ha observado que, a pesar de que un padre y un hijo compartan la misma mutación genética primaria, puede ocurrir que solo el niño sea quien desarrolle un trastorno en particular.
Para investigar la situación, Girirajan y su equipo, analizaron la información genética, así como los patrones cognitivos y del desarrollo de un grupo de individuos con una de las dos mutaciones genéticas asociadas a trastornos del desarrollo.
Específicamente, estas mutaciones implican la eliminación de material genético en el cromosoma 16, en una zona llamada 16p11.2 y en otra denominada 16p12.1, comunes en individuos con retrasos en el desarrollo.
Al hacerlo, se descubrió que el 95% de los niños con la mutación 16p12.1 la heredan de sus padres, a pesar de que estos últimos no desarrollan ningún tipo de trastorno.
Por tanto, los investigadores sugieren que las diferencias en torno a las características clínicas entre padres e hijos, en lugar de explicarse en función de mutaciones genéticas primarias, deben entenderse a partir del acervo genético general.
En torno a esto, se descubrió que las personas con esta mutación primaria que desarrollaban características clínicas particulares, tenían una mayor cantidad de mutaciones en el acervo genético que sus familiares que no habían desarrollado síntoma alguno pero tenían la mutación primaria.
Adicional a esto, la cantidad de mutaciones genéticas también se relaciona al tamaño de la cabeza y al coeficiente intelectual.
Teniendo esto en cuenta, los investigadores sugieren que las personas con un mayor número de mutaciones en el acervo genético, tienen más probabilidades de desarrollar algún tipo de discapacidad intelectual.
Trastornos del desarrollo, antecedentes familiares y perfil genético de los padres

En resumen, los investigadores sugieren que al estudiar algún trastorno en particular, en lugar de centrarse en una mutación genética particular, es importante tener en cuenta la cantidad de mutaciones en el acervo genético general.
Así, de acuerdo a los expertos, es posible que las mutaciones primarias sensibilicen al organismo a desarrollar algún trastorno.
Sin embargo, es la cantidad de otras mutaciones en el genoma lo que realmente determina el funcionamiento cognitivo y el proceso de desarrollo.
En otras palabras, todo parece indicar que las mutaciones primarias sensibilizan al individuo, pero son los antecedentes genéticos los que establecen la trayectoria del desarrollo de ciertos trastornos del desarrollo.
Adicionalmente, mientras que las mutaciones primarias son transmitidas, en su mayor parte, por uno de los padres, las mutaciones en el acervo genético general son transmitidas por ambos padres, por lo que, al combinarse esta información, los niños terminan teniendo una mayor cantidad de mutaciones que cualquiera de los padres individualmente, haciéndolos más propensos a algún trastorno.
Por tanto, los investigadores plantean la importancia de prestar más atención a un panorama general a la hora de realizar algún diagnóstico, en lugar de centrarse en una mutación genética particular.
En relación a esto, la invitación es a obtener el máximo de información posible sobre los antecedentes familiares y el perfil genético de los padres a fin de desarrollar diagnósticos más precisos e implementar estrategias de rehabilitación incluso antes de que el trastorno se ponga de manifiesto.
Referencia: Rare variants in the genetic background modulate cognitive and developmental phenotypes in individuals carrying disease-associated variants, (2018). https://doi.org/10.1038/s41436-018-0266-3