Un equipo de investigadores de la Universidad de Chicago ha demostrado la efectividad de un enfoque terapéutico que involucra el uso de técnicas de edición genética, células madre y células cutáneas, el cual libera enzimas que reducen el comportamiento de búsqueda de cocaína en ratones de laboratorio y protegen contra las sobredosis.
La cocaína es un estimulante adictivo hecho de la planta de coca; con frecuencia abusado como droga callejera recreativa. La droga se vende como un polvo fino y se inhala por la nariz, inyecta en el torrente sanguíneo o se fuma en forma de cristal, lo que se conoce como crack.
Recompensa repentina
Al llegar al cerebro, la cocaína aumenta los niveles la dopamina, un neurotransmisor químico, y evita que se recicle en las células nerviosas, permitiendo que su acumulación.
Esta aglomeración de dopamina en el cerebro proporciona una recompensa repentina que refuerza la conducta de tomar drogas, pero a la vez desensibiliza los circuitos de recompensa, lo que impulsa a que los consumidores requieran dosis más grandes y más frecuentes.
Además de los síntomas físicos que incluyen náuseas y latidos cardíacos irregulares, así como el comportamiento impredecible y violento, el incremento del consumo de cocaína puede provocar sobredosis, una condición potencialmente fatal.
Por esta razón los investigadores están buscando formas de romper el ciclo de adicción a la cocaína.
Un enfoque prometedor
Se sabe que una enzima del cuerpo conocida como butirilcolinesterasa o BCHE, metaboliza y degrada la cocaína y otras drogas propensas al abuso.
El problema con BCHE es que funciona sólo brevemente en el cuerpo, lo que lo hace difícil de usar como tratamiento para la adicción a la cocaína.
Por lo tanto, el equipo buscó una manera de extender el tiempo activo de BCHE para poder utilizarla como un tratamiento efectivo.
A tal fin, los investigadores tomaron células de la piel de los receptores y células madre de ratones recién nacidos, y con la herramienta de edición genética CRISPR, equiparon estas células con un gen adicional que constantemente produce BCHE de forma natural.
Luego, los investigadores cultivaron las células madre para transformarlas en células de la piel, las cuales posteriormente fueron trasplantadas en ratones de laboratorio inducidos por adicciones a la cocaína.
Las células de la piel trasplantadas crecieron normalmente y fueron bien toleradas por los ratones.
Tratamiento a la adicción
El equipo informa que los ratones con los injertos especiales pudieron eliminar la cocaína de su sangre más rápido que los ratones no tratados. Como resultado, los ratones tratados mostraron un menor comportamiento de búsqueda de drogas en comparación a los ratones no tratados.
Además, los ratones trasplantados soportaron cantidades de sobredosis de cocaína que, según los autores, habrían matado ratones no tratados.
En complemento, la expresión de BCHE continuó durante aproximadamente 10 semanas en los ratones, lo que sugiere que los tratamientos pueden tener efectos a largo plazo.
Los autores creen que la terapia experimental tiene el potencial de convertirse en la primera intervención aprobada para el tratamiento de la adicción a la cocaína.
Los estudios de laboratorio sugieren que implantes similares para humanos podrían liberar BCHE durante 20 a 30 años y potencialmente proteger a los adictos durante décadas.
Referencia: Genome-edited skin epidermal stem cells protect mice from cocaine-seeking behaviour and cocaine overdose. Nature Biomedical Engineering, 2018. http://dx.doi.org/10.1038/s41551-018-0293-z