Cuando se realiza un trasplante de órganos, existe un riesgo muy bajo de que se transmitan enfermedades infecciosas desde los donantes hacia los receptores.
Esto se debe a que antes de que se realice el procedimiento, los órganos del donante son analizados rigurosamente; sin embargo, pueden ocurrir casos excepcionales.
Precisamente eso fue lo que ocurrió recientemente, cuando cuatro personas desarrollaron cáncer de mama luego de un trasplante de órganos del mismo donante.
Así, tres de los pacientes que recibieron órganos de un mismo donante murieron a causa del cáncer, encontrándose que este se originó en el donante y se transmitió a los receptores de dicho trasplante de órganos.
Cuatro pacientes son diagnosticados con cáncer luego de un trasplante de órganos
El donante de órganos tenía 53 años cuando murió a causa de un accidente cerebrovascular en el 2007; cuando se llevaron a cabo los análisis correspondientes, no se encontraron condiciones médicas conocidas que hubiesen impedido la donación de sus tejidos.
En este sentido, tras múltiples exámenes, no se encontró ningún signo de cáncer, por lo que los médicos trasplantaron sus riñones, pulmones, hígado y corazón.
Luego de 16 meses, la mujer que recibió el trasplante de pulmón se enfermó de cáncer en los ganglios linfáticos de su pecho.
Tras analizar las células cancerosas, se descubrió que eran células de cáncer de mama cuyo ADN pertenecía al donante de órganos.
Finalmente, el cáncer del receptor del pulmón donado se diseminó y el paciente falleció un año después de haber sido diagnosticado de cáncer.
En vista de esto, los otros pacientes que habían recibido órganos de este donante fueron notificados de la situación, por lo que se realizaron evaluaciones a fin de detectar si en su organismo habían células cancerígenas.
En un principio, las pruebas resultaron negativas; sin embargo, en 2011, la persona que recibió el hígado fue diagnosticada con células de cáncer de mama en el hígado.
Por temor a posibles complicaciones, esta paciente se negó a someterse a otro trasplante de hígado, por lo que se llevó a cabo un tratamiento de radiación.
Si bien se lograron buenos resultados en un principio, el cáncer regresó más tarde y murió en 2014.
Por su parte, la paciente que recibió el riñón izquierdo, fue diagnosticada con cáncer de mama; para ese momento, el cáncer ya había hecho metástasis y murió dos meses después del diagnóstico.
Mientras tanto, el hombre que recibió el riñón derecho también fue diagnosticado con células de cáncer de mama en el órgano trasplantado; sin embargo, fue posible su extirpación temprana, por lo que, tras un tratamiento de quimioterapia, el paciente recobró su salud.
Finalmente, la persona que recibió el trasplante de corazón, murió dos meses después del procedimiento quirúrgico por causas no relacionadas.
¿Se puede transmitir el cáncer a través de un trasplante de órganos?
De acuerdo a los expertos, este es un caso extraordinario cuya probabilidad de ocurrencia es de entre 1 y 5 casos por cada 10.000 pacientes.
En este sentido, el trasplante de órganos es un procedimiento seguro, ya que los donantes deben someterse a rigurosos procesos de evaluación en los que se incluyen los antecedentes familiares y exámenes de laboratorio.
En el caso en cuestión, el donante había sido sometido a un examen físico, a una radiografía torácica y a una evaluación de las vías respiratorias, además de una ecografía abdominal y del corazón.
A pesar de ello, tal como ocurrió, aún existen riesgos de que esté presente alguna enfermedad transmisible que no sea detectada, ya que es imposible analizarlo todo.
Al respecto, los investigadores sugieren que el donante pudo haber tenido células cancerígenas en su cuerpo, extremadamente pequeñas, que fueron dejadas de lado en las evaluaciones médicas.
En la misma línea, también existe la posibilidad de que estas células hayan prosperado en el cuerpo de los receptores de los órganos gracias a los medicamentos para suprimir su sistema inmunológico, utilizados para evitar el rechazo de los órganos trasplantados.
Finalmente, si bien una tomografía computarizada hubiese podido detectar el cáncer, los expertos aseguran que este no es un método práctico para evaluar a todos los donantes de órganos, puesto que, además de implicar gastos adicionales, puede aumentar la detección de falsos positivos, rechazando donantes sanos.
Por tanto, si bien es posible que ocurran casos extraordinarios como este, los trasplantes de órganos siguen siendo un método seguro para tratar distintos problemas de salud.
Así, en caso de detectar un caso como este, debe evaluarse la posibilidad de extirpar los trasplantes de órganos de todos los pacientes que recibieron tejidos con células cancerígenas de un mismo donante.
Referencia: Transmission of breast cancer by a single multiorgan donor to 4 transplant recipients, (2018). https://doi.org/10.1111/ajt.14766