Mucho se ha hablado e investigado respecto al trasplante de órganos. Sin embargo, hay un procedimiento que no muchas personas conocen y que puede parecer bastante grotesco: el trasplante fecal.

El trasplante fecal, o bacterioterapia, se trata de un procedimiento médico en el que se transfieren heces de un donante sano al tracto gastrointestinal de un paciente enfermo, a fin de tratar la colitis recurrente por la bacteria Clostridium Difficile.

¿Cuándo se debe realizar un trasplante fecal?

El trasplante fecal suele ser una opción de tratamiento para la colitis recurrente por C. Difficile, una complicación frecuente en adultos mayores a 65 años producto de la terapia con antibióticos.

Sus síntomas más comunes suelen ser diarrea, dolor abdominal y fiebre, diagnosticándose en función de una prueba de ADN a partir de las heces para detectar la presencia de la bacteria en cuestión.

Generalmente, esta enfermedad suele tratarse con antibióticos específicos para esta bacteria, como el metronidazol o la vancomicina; sin embargo, cuando se convierte en una infección crónica, el trasplante fecal se considera una opción de tratamiento.

De hecho, siguiendo un estudio reciente, se plantea que el trasplante fecal es más efectivo que la administración oral de vancomicina para pacientes que han experimentado de forma recurrente esta infección.

Al respecto, se supone que el trasplante de heces ayuda a fortalecer la flora intestinal del paciente, ayudándole a luchar de forma natural contra la infección.

Sin embargo, este procedimiento no se realiza de forma rutinaria, puesto que aún faltan investigaciones para determinar su funcionamiento.

Por lo tanto, generalmente se le considera como un procedimiento experimental que debe ser supervisado de cerca por un especialista.

Así es como se realiza un trasplante fecal

El trasplante fecal suele realizarse mediante una colonoscopia, aunque, en ocasiones, puede llevarse a cabo a partir de una sonda nasoduodenal.

Específicamente, cuando se realiza por colonoscopia, el colonoscopio se introduce en el colon y, posteriormente, a medida que se va retirando la herramienta, las heces del donante se van trasplantando en el colon del paciente.

Cuando esto se lleva a cabo, es necesario abandonar la terapia con antibióticos al menos dos días antes del trasplante, además de seguir una dieta líquida y llevar a cabo un enema para limpiar lo máximo posible el colon.

Asimismo, durante el procedimiento, suelen administrarse líquidos y sedantes mediante una vía intravenosa, por lo que es importante que los pacientes sometidos a esto, sean acompañados por una persona que pueda hacerse a cargo.

Efectos secundarios del trasplante fecal

Tal como cualquier procedimiento médico, un trasplante fecal no está libre de riesgos; veamos cuales son los efectos secundarios no deseados más frecuentes.

1. Cambios repentinos de peso

Tras un trasplante fecal puede ocurrir que los pacientes aumenten o pierdan peso significativamente. De hecho, diversos estudios han demostrado que los trasplantes fecales pueden desencadenar obesidad.

Por tanto, se han planteado regulaciones de forma que las personas con obesidad no pueden ser donantes de heces.

2. Inflamación Intestinal

Se ha demostrado que los trasplantes fecales pueden desencadenar ataques de enfermedad inflamatoria intestinal.

Al respecto, los investigadores sugieren que al introducir microbiomas ajenos al organismo, puede desencadenar respuestas inmunes y cambios en la integridad de la mucosa intestinal, generando afecciones adicionales en el paciente.

3. Riesgos asociados a la vía gastrointestinal

El método empleado para realizar el trasplante fecal, puede generar algunos efectos secundarios particulares.

Por ejemplo, cuando se realiza a partir de una vía nasoduodenal, los pacientes pueden experimentar rinorrea, congestión nasal, dolores de garganta y hemorragias gastrointestinales.

Por su parte, cuando se realiza por medio de una colonoscopia, puede presentarse dolor abdominal, flatulencias, hinchazón, aumento de la frecuencia de las deposiciones y hasta fiebre.

4. Infecciones

Finalmente, a pesar de que antes del trasplante fecal, los donantes son sometidos a numerosas evaluaciones, los pacientes sometidos a estos procedimientos aún corren el riesgo de adquirir alguna infección.

Así, se ha observado que pueden producirse infecciones virales, por citomegalovirus y norovirus, o infecciones bacterianas, por Escherichia coli, Proteus mirabilis, Citrobacter koseri y Enterococcus faecium.

Referencias:

  1. Fecal transplant: A safe and sustainable clinical therapy for restoring intestinal microbial balance in human disease?. https://doi.org/10.1016/j.bpg.2013.03.003
  2. Fecal Transplant via Retention Enema for Refractory or Recurrent Clostridium difficile Infection. https://www.doi.org/10.1001/archinte.172.2.191

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