Con el avance de la tecnología, lo métodos empleados por cibercriminales también han ido evolucionando. Hoy en día, con el auge de las criptomonedas y con cada día más empresas uniéndose al mercado financiero digital, los ataques con malware se han volcado a una tendencia para efectuar cryptojacking, que básicamente consiste en el uso ilegal del poder de cómputo de un dispositivo de otros usuarios para minar monedas digitales.
Esto nos lleva al nuevo estudio de la firma de ciberseguridad ‘Trend Micro Incorporated, el cual revela que los ataques con cryptojacking han sido los más impactantes durante la primera mitad del 2018, incluso comparado con todo el 2017 y el incremento de un 956% en virus 1H en el mismo período.
El estudio, además, sugiere que los métodos utilizados por los cibercriminales han estado evolucionando cada vez más y han pasado de simples ataques con ransomware a alternativas aún más clandestinas, aunque con el mismo objetivo de sustraer fondos o minar criptomonedas ilícitamente.
De acuerdo con lo estipulado por el dijo el director de comunicación global de amenazas de Trend Micro, Jon Clay:
El reciente cambio en el panorama de amenazas refleja lo que hemos visto durante años: los ciberdelincuentes cambiarán constantemente sus herramientas, tácticas y procedimientos para mejorar sus tasas de infección. Los ataques de ransomware y violaciones de datos se había convertido en la norma, por lo que los atacantes cambiaron sus tácticas para ser más encubiertos, utilizando vectores de entrada que no se habían visto o utilizado con anterioridad. Esto significa que los líderes comerciales deben evaluar sus defensas para garantizar la protección lugar para detener las amenazas más recientes y más urgentes.
El estudio también indica que las redes infectadas con virus de minería de monedas digitales pueden declinar su desenvolvimiento, poder de cómputo e, incluso, corroer lentamente su hardware.
Ante dicho escenario, la firma de ciberseguridad le aconseja a todos los administradores IT que se mantengan alerta de cualquier actividad inusual en sus sistemas y redes. “Y aunque su prevalencia en el panorama de ciberseguridad se ha estancado, aún es algo que las corporaciones y empresas deberán mantener bajo control”, concluyó el reporte.