Los saltamontes sí que saben hacerse notar; solo basta darse un paseo por algún parque durante el verano para encontrarlos revoloteando por la hierba o esperar que llueva para escuchar sus relajantes sonidos.

Incluso, hay culturas en las cuales comer saltamontes es considerado una delicia. No obstante, a pesar de ser tan comunes, para el momento no se habían llevado a cabo investigaciones que permitiesen desarrollar una comprensión integral de su pasado evolutivo.

En este sentido, recientemente se han publicado los hallazgos de una investigación en la que se llevó a cabo el estudio genético más grande sobre estos insectos.

Específicamente, gracias a la colaboración de científicos de la Universidad de Texas con investigadores del Museo de La Plata, en Argentina, tras analizar el ADN de 142 especies de saltamontes, capturados en 22 países, se descubrió que estos insectos, cuyo nombre científico es Orthoptera Acrididae, no se originaron en África, tal como se creía comúnmente, sino que provienen de América del Sur, donde surgieron hace, aproximadamente, unos 59 millones de años.

Los saltamontes son sudamericanos y no africanos

La familia de saltamontes Acrididae, es uno de los linajes de mayor diversidad dentro de la especie Orthoptera, donde se incluyen más 6.700 diferentes tipos de insectos distribuidos a lo largo y ancho del planeta Tierra.

Los saltamontes son los insectos herbívoros dominantes en la faz del planeta, pues han logrado evolucionar para desenvolverse en distintos tipos de ambientes, dentro de los que se incluyen pastizales, desiertos, entornos semiacuáticos, bosques tropicales, entre otros.

De esta manera, exhiben una amplia gama de diversidad morfológica, ecológica y comportamental, que no había sido estudiada para el momento.

Sin embargo, gracias a una investigación reciente, sobre la base de genomas mitocondriales y genes nucleares, fue posible identificar la primera filogenia integral de los saltamontes, además de estudiar la monofilia de esta especie y las diferentes subfamilias, destacándose la relación evolutiva entre ellas.

Específicamente, los saltamontes se originaron hace unos 59,3 millones de años, en el Paleoceno del Cenozoico y, teniendo en cuenta que la separación de América del Sur del continente africano es anterior al origen de los saltamontes, se cree que la actual distribución de la especie por todo el mundo se logró gracias a la dispersión.

De la misma forma, sobre la base de un análisis biogeográfico, se encontró que el ancestro común de los saltamontes modernos se originó en América del Sur y no en África, como se creía tradicionalmente, logrando la colonización del planeta a partir de un proceso de diversificación.

En este sentido, durante decenas de millones de años, los saltamontes migraron, probablemente por medio del vuelo, colonizando todos los continentes, diversificándose con facilidad, lo que se traduce en las 6.816 distintas subespecies de saltamontes que se conocen actualmente.

Finalmente, los investigadores sugieren que los insectos son importantes, pues son la fuente de alimento de muchas aves y otros animales; sin embargo, algunos pueden convertirse en una plaga, por lo que, al comprender la historia evolutiva de los insectos, es posible desarrollar métodos de control que se pongan en práctica de ser necesario.

Referencia: Evolution, Diversification, and Biogeography of Grasshoppers (Orthoptera: Acrididae), (2018). https://doi.org/10.1093/isd/ixy008

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