Para nadie es un secreto que el consumo excesivo de alcohol tiene importantes implicaciones para la salud; uno de los síntomas más notorios del daño producido al organismo por el alcohol es la resaca.
De hecho, siguiendo los resultados de una investigación reciente, los efectos perjudiciales del alcohol a nivel cerebral se extienden hasta la resaca. En este sentido, más allá de los molestos síntomas que experimentamos luego de consumir alcohol, la resaca se traduce en problemas cognitivos importantes.
Para comprobar esto, Olav E. Krigolson, de la Universidad de Victoria, desarrolló un experimento en el que participaron 62 estudiantes universitarios que se dedicaron a realizar una tarea de juego computarizado mientras se registraba su actividad cerebral.
Dicha tarea estaba diseñada para que los estudiantes aprendieran mientras la ejecutaban a partir de pruebas de ensayo y error en las que debían maximizar su proporción de victorias y derrotas.
De estos participantes, aproximadamente la mitad, tenían resaca, puesto que habían consumido un promedio de 6 bebidas alcohólicas la noche anterior al experimento.
Así, se observó que los participantes que tenían resaca mostraban un peor desempeño en la tarea propuesta, lo que se reflejaba en una menor actividad eléctrica en el área cerebral asociada a la percepción de recompensas, en contraposición a los estudiantes que no habían consumido alcohol la noche anterior.
Al respecto, Krigolson opina:
“En términos prácticos, cuando se tiene resaca no es el mejor momento para intentar aprender algo nuevo o tomar alguna decisión que dependa de las recompensas; por lo que, si planeas divertirte esta noche, la mejor recomendación es tomarse libre el día siguiente”.
La resaca dificulta el aprendizaje
Estos resultados concuerdan con investigaciones previas en las que se ha encontrado que los días posteriores al consumo excesivo de alcohol se caracterizan por dificultades en la memoria de trabajo.
Al respecto, se ha observado que los síntomas de la resaca no son solo fisiológicos, sino que afectan el funcionamiento cognitivo y el estado de ánimo de las personas.
Todo esto puede implicar numerosas consecuencias indeseables, tal como un pobre funcionamiento de la memoria de trabajo, aumento de las probabilidades de cometer errores y disminución de los tiempos de reacción, lo que se traduce en un aletargamiento que puede ocasionar un pobre desempeño hasta en las tareas más sencillas.
De esta manera, los investigadores concluyen que, cuando las personas tienen resaca, se ven afectados los sistemas neuronales que subyacen a la supervisión del rendimiento y el aprendizaje basado en recompensas, lo que se manifiesta a partir de una disminución del desempeño en tareas simples y en una reducción importante en la capacidad de aprendizaje.
Finalmente, es necesario tener en cuenta que la investigación estuvo limitada en ciertos aspectos; por ejemplo, no fue tomado en cuenta el efecto de algunas estrategias para aliviar la resaca, tal como mantenerse hidratado y comer, por lo que los investigadores recomiendan ampliar la línea de investigación tomando en cuenta factores como estos.
Referencia: Alcohol hangover impacts learning and reward processing within the medial‐frontal cortex, (2018). https://doi.org/10.1111/psyp.13081