Para los amantes del café, despertarnos sin esa habitual taza de café puede ser un dolor de cabeza, pero no metafóricamente; veamos por qué.
En líneas generales, la cafeína es un estimulante que rápidamente se absorbe en el cerebro, bloqueando los receptores de adenosina, que son responsables de la sensación de embotamiento.
Al bloquear los receptores de adenosina, la cafeína nos hace sentir más enérgicos y concentrados, lo que se traduce en un mejor desempeño en ciertas tareas, tal como conducir.
No obstante, el consumo habitual de café genera adicción; de hecho, de acuerdo a los expertos, tan solo tres días de beber café continuamente, son suficientes para experimentar malestar cuando disminuye el consumo.
En este sentido, cuando disminuimos el consumo de café, experimentamos síntomas de abstinencia, tales como cansancio excesivo, irritabilidad, malhumor y dificultades para concentrarse. De hecho, muchas personas beben café para evitar sentirse así.
Uno de los síntomas más comunes de la abstinencia de cafeína son los dolores de cabeza, que suelen presentarse aproximadamente un día después de haber cortado el consumo de café; estos dolores suelen ser leves y de corta duración, manteniéndose por un día o dos hasta que el organismo se acostumbra.
Asimismo, el dolor de cabeza asociado a la abstinencia de café suele sentirse como una tensión leve que envuelve la cabeza, lo que se conoce como dolor tensional. Sin embargo, en algunas personas, la abstinencia de cafeína puede traducirse en una migraña.
De acuerdo a los expertos, estos dolores de cabeza se deben a que nuestra cara y la cabeza en general, son las partes más activas y sensibles del organismo, pues para que nuestro cerebro sea consciente de la realidad, las señales que recibe deben ser acertadas.
Así, las distorsiones en los mensajes recibidos pueden hacer que la percepción se vea comprometida, por lo que, en ausencia de la habitual dosis de cafeína, nuestro cerebro embotado malinterpreta estos mensajes sensoriales difusos y los interpreta como un dolor de cabeza.
Lógicamente, en la medida en la que se bebe más café y de forma más regular, aumentan las probabilidades de experimentar los síntomas de abstinencia si no consumimos cafeína, pero esto puede ocurrir, incluso, en personas que ingieren esta bebida moderadamente.
¿Cómo lidiar con el dolor de cabeza asociado a la abstinencia de café?
Para lidiar con los síntomas de abstinencia, especialmente con los dolores de cabeza, basta con ingerir pequeñas cantidades de cafeína; cualquier dolor de cabeza causado por la falta de cafeína puede aliviarse rápidamente después de 30 minutos de consumir alguna bebida con cafeína.
En este sentido, la cafeína tiene propiedades analgésicas por lo que, de hecho, es usada como parte de medicamentos analgésicos simples, tales como la aspirina o el paracetamol, para mejorar su eficacia en el alivio del dolor.
Teniendo esto en cuenta, se sugiere que los mismos receptores de adenosina que son bloqueados cuando tomamos café, también están implicados en el origen del dolor de cabeza asociado a la abstinencia y en otros tipos de dolores.
Por tanto, para lidiar con los dolores de cabeza asociados a la abstinencia de cafeína, se tienen dos opciones: tomar una pequeña dosis de café o esperar a que el organismo reestablezca la homeostasis y se vuelva a acostumbrar a vivir sin cafeína.
Referencia: Cognitive and psychomotor performance, mood, and pressor effects of caffeine after 4, 6 and 8 h caffeine abstinence. https://doi.org/10.1007/s00213-005-2159-9