Muchas personas alrededor del mundo, desde escritores de ciencia ficción hasta neurocientíficos, se han mostrado intrigados por la hipnopedia, lo que implica aprender mientras dormimos.

No obstante, de acuerdo a una nueva investigación, mientras dormimos, la capacidad de nuestro cerebro de procesar estímulos está significativamente limitada, por lo que la retención de información durante ese momento es casi inexistente.

El concepto de hipnopedia surgió a finales del siglo XIX, justo después de la invención del fonógrafo. Uno de los primeros promotores del aprendizaje durante el sueño fue Alois Benjamin Saliger, en 1930, cuando patentó su “Psycho-Phone”, un fonógrafo con un temporizador que transmitía mensajes tales como “tengo una personalidad fascinante y atractiva”, que las personas escuchaban mientras dormían.

Se supone que estos mensajes se grababan en el inconsciente durante el sueño, para luego influir sobre el comportamiento mientras las personas estaban despiertas.

Para la década de los cincuenta, cuando los científicos empezaron a registrar las ondas del cerebro a partir del electroencefalograma, los planteamientos de Saliger fueron desacreditados, pues se llegó a la conclusión de que aprender durante el sueño era poco práctico e imposible, por lo que el campo de la hipnopedia se dejó de lado.

No obstante, en los últimos años, algunas investigaciones han sugerido que durante el sueño, algunos recuerdos se consolidan, especialmente al exponer al cerebro a estímulos externos como ruidos y olores.

Este fenómeno fue investigado recientemente por científicos del Instituto de Neurociencias de Bélgica, quienes registraron la actividad cerebral de un grupo de personas mientras eran expuestas a una serie de sonidos, tanto en estado de vigilia como mientras dormían.

De esta manera, descubrieron que a pesar de que nuestro cerebro puede percibir ciertos ruidos mientras dormimos, es incapaz de procesar estos estímulos en secuencias coherentes, tal como ocurre cuando estamos despiertos.

En otras palabras, de acuerdo a los investigadores, si bien el cerebro continúa percibiendo sonidos mientras dormimos, la capacidad de organizar y darle sentido a estos solo está presente cuando estamos despiertos.

Específicamente, se utilizó la magnetoencefalografía a fin de registrar la actividad del cerebro relacionada al aprendizaje mientras los sujetos eran expuestos a una serie de sonidos; esto se hizo en dos oportunidades; durante el sueño de ondas lentas y durante la vigilia.

Así, se observó que durante el sueño, las respuestas a nivel cerebral demostraban que éramos capaces de detectar los sonidos, sin embargo, no se observaron respuestas cerebrales que reflejaran el agrupamiento de estos en categorías coherentes.

Por su parte, durante la vigilia, todos los participantes demostraron respuestas cerebrales asociadas tanto a la percepción como al agrupamiento de los sonidos en función de sus similitudes.

Por tanto, los investigadores concluyen que existen limitaciones importantes en el aprendizaje durante el sueño, limitando este proceso a asociaciones sencillas y elementales, que nada tienen que ver con aprendizajes complejos, tal como lo plantean los defensores de la hipnopedia.

Referencia: Lack of frequency-tagged magnetic responses suggests statistical regularities remain undetected during NREM sleep, (2018). https://doi.org/10.1038/s41598-018-30105-5

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