Los resultados de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Toledo en Estados Unidos, revelaron cómo nuestros ojos pueden dañarse gradualmente con el tiempo como resultado de estar expuestos a la luz azul.

Este tipo de luz cumple la función de regular nuestro ciclo de sueño, ayudándonos a despertar durante el día. Pero el exceso de exposición de fuentes artificiales durante la noche puede tener un impacto negativo.

Con los años, la luz azul se ha vuelto más omnipresente en nuestras vidas debido a la creciente dependencia a la tecnología. Si bien la luz azul está principalmente vinculada a los teléfonos inteligentes, tablets y computadoras, también estamos expuestos a ella por la luz solar, la luz fluorescente, las bombillas y luz LED, entre otros.

El investigador Ajith Karunarathne, profesor en el Departamento de Química y Bioquímica de la Universidad de Toledo, y autor principal del estudio, explicó:

“Continuamente estamos expuestos a la luz azul, y la córnea y el cristalino del ojo no pueden bloquearla ni reflejarla. No es ningún secreto que la luz azul daña nuestra visión al dañar la retina del ojo. Nuestros experimentos explican cómo sucede esto, y esperamos que conduzca a terapias que desaceleran la degeneración macular.

La degeneración macular relacionada con la edad (DMAE) es una de las principales causas de ceguera; se trata de una afección incurable caracterizada por la muerte de células fotorreceptoras en la retina de nuestros ojos.

Esas células necesitan de moléculas llamadas aldehídos de vitamina A, también conocidas como moléculas retínales, para detectar la luz y emitir un torrente de señalización al cerebro.

La investigación reveló que la exposición a la luz azul provoca que las moléculas retinales desencadenen reacciones que generan moléculas químicas venenosas en las células fotorreceptoras.

Para comprobarlo, los investigadores introdujeron moléculas retinianas a otros tipos de células en el cuerpo, como células cancerosas, cardiacas y neuronales. Cuando estas células fueron expuestas a  la luz azul, murieron como resultado de la presencia de las moléculas retinianas.

Experimentos posteriores permitieron evidenciar que ni la luz azul por sí sola, ni la presencia de la molécula retiniana sin luz azul, tuvieron efectos perjudiciales sobre las células.

El estudio reveló que una molécula llamada alfa tocoferol, un derivado de la vitamina E y antioxidante natural en el ojo y el cuerpo, impide que las células mueran. Sin embargo, a medida que una persona envejece o se suprime el sistema inmunitario, se pierde la capacidad de luchar contra los efectos celulares que causa la molécula retiniana cuando está expuesta a luz azul.

Los autores de la investigación resaltan la necesidad de proteger los ojos de la luz azul; para ello, recomiendan usar gafas de sol que puedan filtrar la luz ultravioleta y azul, y recalcan categóricamente evitar interactuar en la oscuridad con teléfonos celulares, tabletas y otros dispositivos de pantalla.

Referencia: Blue light excited retinal intercepts cellular signaling. Scientific Reports, 2018. https://doi.org/10.1038/s41598-018-28254-8

Bióloga. Apasionada por la escritura. Asesora y orientadora de medios digitales. Escribo sobre mi pasión: las ciencias.

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