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Para nadie es un secreto que la obesidad es un problema de salud pública con importantes implicaciones de salud que afecta a miles de millones de personas alrededor del mundo.

Al respecto, de acuerdo a una nueva investigación, la obesidad parece desempeñar un importante rol en la transmisión de la gripe.

La investigación en cuestión estuvo encabezada por Aubree Gordon, Una Profesora Asistente de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan, quien, a partir del análisis de las características epidemiológicas y de la transmisión de la gripe en Nicaragua, concluyó que además de que la obesidad aumenta el riesgo de padecer complicaciones graves y la muerte por infecciones del virus de la gripe, especialmente en personas de avanzada edad, juega un rol importante en la transmisión de la influenza.

Para llegar a esta conclusión, Gordon y su equipo, analizaron los datos de más de 1.8000 personas provenientes de 320 hogares en Managua, Nicaragua, en un período de tiempo comprendido entre los años 2015 y 2017; en particular, se concentraron en el vertimiento viral, es decir, la cantidad de virus de gripe detectable en las mucosas de los pacientes.

En líneas generales, se observó que, del total de la muestra, 87 personas se habían enfermado con el virus de la influenza A, mientras que 58 con el virus de influenza B.

Así mismo, según las mediciones del índice de masa corporal, el 2% de las personas, hasta la edad de 4 años, padecía de obesidad, el 9% con edades comprendidas entre los 5 a 17 años de edad, eran jóvenes obesos y el 42% de esas personas, cuyas edades rondaban entre los 18 y los 92 años de edad, eran obesas.

En esta línea, se descubrió que los adultos obesos con dos o más síntomas de influenza A eliminaban el virus en 5,2 dos días, en comparación con los adultos sin obesidad, quienes dejaban de ser un foco de infección en 3,7 días.

Igualmente, de acuerdo a los resultados, los adultos obesos con uno o ningún síntoma de este tipo de influenza, eliminan el virus en 3,2 días, mientras que el resto demora 1,6 días.

De esta manera, se encontró que los adultos obesos retienen el virus de la influenza tipo A por mucho más tiempo que los adultos no obesos, quienes lo eliminan con mayor rapidez.

Específicamente, la eliminación del virus en personas adultas sin obesidad es un 42% más rápida y efectiva que en adultos obesos. En palabras de la investigadora:

“Se observó que en individuos sin síntomas o con síntomas menores, las personas con obesidad tardan aproximadamente el doble de las personas no obesas en eliminar el virus de su organismo”.

En este sentido, se plantea que, además de que la obesidad es un factor de riesgo para la influenza grave, también afecta la transmisión del virus, lo que implica que las personas obesas son un foco infeccioso durante más tiempo, aumentando las probabilidades de que las personas que les rodean se infecten con el virus.

Por este motivo, los investigadores recomiendan promover campañas de vacunación teniendo como población objetivo a las personas con obesidad, además de otros factores de riesgo.

Referencia: Obesity Increases the Duration of Influenza A Virus Shedding in Adults, (2018). https://doi.org/10.1093/infdis/jiy370

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