Las nueces son un componente clave de varios patrones y recomendaciones dietéticas saludables. A lo largo de los años, se han realizado estudios cuyos resultados muestran que el consumo frecuente de nueces se asocia con un menor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares (ECV).
Grandes estudios prospectivos de cohortes han mostrado asociaciones inversas entre el consumo de frutos secos y el riesgo de ECV. Además, varios ensayos clínicos han informado sobre los efectos beneficiosos del consumo de frutos secos en los lípidos sanguíneos, los parámetros inflamatorios, la resistencia a la insulina y la presión arterial.
En este sentido, un equipo de investigadores de la Universidad de Harvard realizó una revisión sistemática actualizada en la que examinaron 25 años de evidencia científica sobre el consumo de nueces y su influencia en los factores de riesgo cardiovascular, incluyendo colesterol, triglicéridos, presión arterial y peso.
Los investigadores examinaron 26 ensayos controlados aleatorios que involucraron la participación de 1.059 participantes con edades comprendidas de 22 a 75 años, incluidos aquellos con una variedad de condiciones como colesterol alto, diabetes tipo 2, síndrome metabólico, sobrepeso u obesidad, así como individuos sanos.
Las dietas enriquecidas con nueces variaron en cantidades que se encontraron entre el 5 al 24 por ciento del total de calorías por día (equivalentes a 15 – 110 gramos por día) y se compararon con las dietas de control, incluida la dieta baja en grasas, mediterránea, tradicional estadounidense o japonesa.
En comparación con los individuos de control, las personas que llevaron una dieta suplementada con nueces mostraron un porcentaje significativamente mayor en la reducción de los niveles de colesterol total (3,25 %), colesterol LDL (3,73 %), triglicéridos (5,52 %) y en la proteína primaria que se encuentra en el colesterol LDL, llamada apolipoproteína B (4,19 %).
La investigadora Marta Guasch-Ferré, afiliada al Departamento de Nutrición de la Escuela de Salud de la Universidad de Harvard y coautora del estudio, se refirió a los resultados comentando:
“Esta revisión actualizada refuerza aún más el caso de que comer nueces es una excelente y sabrosa manera de agregar nutrientes importantes a la dieta, ayudando a la vez a la salud del corazón.”
Por décadas los investigadores han estudiado los posibles beneficios de las nueces en una variedad de resultados de salud, incluidos el cáncer, la salud intestinal, la diabetes, la función cognitiva y la salud reproductiva masculina, pero la evidencia más fuerte existe para los beneficios cardiovasculares.
Las nueces son una rica fuente de grasa poliinsaturada recomendada, que incluye una fuente excelente del ácido alfa-linolénico y ácido graso omega-3, así como una variedad de antioxidantes.
Referencia: Effects of walnut consumption on blood lipids and other cardiovascular risk factors: an updated meta-analysis and systematic review of controlled trials. The American Journal of Clinical Nutrition, 2018. https://doi.org/10.1093/ajcn/nqy091