Un análisis de mercado reciente revela que el porcentaje de bitcoins utilizados en el comercio, como en la compra de bienes o pago de servicios, ha declinado en lo que va de año.
El estudio realizado por el ‘ Chainalysis for Bloomerg news’ estima que después de alcanzar un máximo de US$411 millones en septiembre –por parte de los procesadores de pagos que facilitan transacciones en criptomonedas, como BitPay y CoinGate– llegó a un mínimo de US$60 millones para mayo del presente 2018.
Asimismo, las compañías que procesan los pagos de servicios y bienes han tocado fondo, de un máximo de US$270 millones en junio del 2017, hasta US$69 millones tan sólo un año después.
Nicholas Weaver, un investigador del Instituto de Ciencias Computacionales, comentó que:
Por el momento, no sirve de mucho y por tanto no puede usarse en el comercio cotidiano. Además, el costo neto de una transacción en Bitcoins es mucho más que una transacción de tarjeta de crédito. Y las transacciones basadas en Bitcoins no se pueden devolver, lo que es un problema cuando un comerciante o un consumidor se enfrenta a un caso de fraude.
Este declive parece ir de la mano con la caída en el valor de la criptomoneda desde el pasado enero, tras casi alcanzar un valor histórico de US$20.000 en diciembre del 2017. Y aunque actualmente el bitcoin ha venido ganando fuerzas, muchos comerciantes y operadores se niegan a dar el paso a las transacciones digitales descentralizadas.
En este sentido, Kim Grauer, un economista en Chainanalysis, señaló que “cuando el precio sube tan rápidamente como durante el año pasado, en un día podrías perder US$1.000 si lo gastaste. Además, las altas tarifas de transacción han hecho que el pago de artículos pequeños como el café sea poco práctico”.
Por su parte, Kyle Samani, socio fundador del fondo de inversiones de Texas, destacó lo siguiente:
La mayoría de las personas que no son maximalistas centrales del Bitcoin argumentan que sí, que la gente necesita usar estas cosas como medio de pago para convertirse en dinero. […] O como le gusta decir a mi cofundador Tushar, no pienses en el dinero como un sustantivo, sino como un adjetivo. Cuanto más se usa algo como dinero, más características de «dinero» tiene.
Mientras muchos permanecen escépticos de su potencial, otros lo utilizan hoy en día para hacer compras de inmuebles millonarios, vehículos o incluso equipos tecnológicos de uso diario, como computadoras o televisores.
Y si bien el declive se relaciona directamente con la respuesta que los consumidores y comerciantes tienen sobre su posibles uso, varios estudios y análisis realizados durante este año especulan que su potencial, probablemente, no vea su tope sino dentro de 10 o 15 años.