Los diamantes azules son minerales que entran dentro de la categoría de las gemas más raras en el Planeta Tierra, lo que hace que su estudio sea complejo. Al respecto, un grupo de científicos creen haber descubierto cómo se forman estos diamantes en las profundidades del manto terrestre.

La investigación estuvo a cargo de Evan Smith, del Geological Institute of America, con sede en Nueva York. En este sentido, Smith y su equipo analizaron las incrustaciones minerales, pequeñas piezas de material no diamante, que quedan atrapados dentro de la estructura de 46 diamantes azules que conformaron la muestra de la investigación.

Para esto, emplearon una técnica no invasiva llamada espectroscopía Raman, que ilumina las incrustaciones con un rayo láser y luego mide las longitudes de onda de la luz dispersada por estas. Este dato sirve como una huella dactilar química de los elementos analizados.

De esta forma, se descubrió que, en función de la estructura química y la composición de estos minerales, que quedaron atrapados en los diamantes a medida que se formaban, se originaron a más de 660 kilómetros de profundidad en el manto terrestre.

Como referencia, lo más profundo que ha podido perforar la humanidad dentro de la superficie de la tierra ha sido de 11 kilómetros debajo del manto superior.

En este punto, vale acotar que los diamantes azules que contienen boro son extremadamente raros y puros, rozando la perfección, lo que dificulta la recolección de una muestra lo suficientemente grande para poder estudiar su origen.

¿Cómo se forman los diamantes azules?

Este es uno de los diamantes estudiados; en su interior, pueden verse las incrustaciones en cuestión. Créditos: Evan M. Smith/Gemological Institute of America

En el laboratorio, Smith y sus colegas, tras dos años examinando los diamantes azules, determinaron que es el boro lo que le otorga a estos diamantes su color azul, siendo este material el mismo que se encuentra en el fondo del océano.

De esta manera, plantean que, durante cientos de millones de años, el fondo marino ha absorbido boro; entonces, a medida que pasa el tiempo y el suelo se va haciendo cada vez más viejo y frio, adquiere más densidad que el manto debajo de este y se hunde.

Así, el boro rodeado de la roca que le protege de las altas presiones y temperaturas, continúa su camino cientos de kilómetros más abajo, hasta alcanzar el manto inferior del planeta, donde el ambiente tiene niveles tan intensos de calor y presión, que la roca protectora del boro termina fundiéndose.

Es allí, en esa olla de presión geológica, donde se forman los diamantes azules al absorber el boro proveniente del fondo marino. Este proceso puede tomar millones de años, lo que no incluye los otros cientos millones que tardan los diamantes en viajar hacia la superficie a través de ductos similares a los volcanes llamados kimberlitas, también conocidas como minas.

Adicionalmente, de acuerdo a los científicos, este proceso no solo resulta en gemas preciosas como los diamantes azules, sino que proporciona evidencias respecto a lo que está ocurriendo bajo la corteza terrestre, una superficie que ocupa el 99% del volumen total del planeta. Sobre esto, los expertos afirman:

“Lo que sucede en estos niveles es lo que impulsa la formación de las placas tectónicas y los volcanes, además de la composición de la atmósfera terrestre (…) es el motor invisible de todo lo que ocurre sobre la superficie”.

Por tanto, los resultados de la investigación proporcionan un idea de cómo llegó a ser la vida tal y como la conocemos.

En este sentido, Smith y sus colegas esperan a futuro tener la posibilidad de emplear tecnología más avanzada para estudiar el origen del boro y confirmar que es el mismo que se encuentra en el fondo oceánico, ampliando así, nuestros conocimientos sobre la composición y el funcionamiento terrestre.

Referencia: Blue boron-bearing diamonds from Earth’s lower mantle, (2018). https://doi.org/10.1038/s41586-018-0334-5

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