La Unión Europea (UE) planteó un cambio en el paradigma que rodeaba a Internet con respecto a la privacidad de los usuarios cuando lanzó el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR, por sus siglas en inglés). Su llegada supuso que las compañías tecnológicas cumplieran con las nuevas reglas sobre datos para evitar multas superiores a 20 millones de euros, y su efecto no se limita sólo a la UE.
En todo el mundo, las empresas se han estado preparando para evaluar cómo el GDPR afectará su gestión de datos. Uno de los ejemplos más claros de ello lo ha brindado Lexology, un sitio web que ofrece una fuente de actualizaciones legales, análisis reglamentarios internacionales y perspectivas, y ha ofrecido orientación a varias compañías chinas sobre cómo cumplir este reglamento.
En el caso de EE.UU, las compañías también están listas para las reglas que serán impuestas como parte del GDPR, e incluso se ha comenzado a plantear la posibilidad de que el país norteamericano adopte medidas similares. Un informe de Business Insider asegura que los congresistas demócratas están elaborando planes para imponer leyes de privacidad similares al GDPR a las grandes firmas de tecnología que hacen vida en el país.
De hecho, se afirma que Mark Warner, uno de los congresistas en cuestión, ha propuesto desde su despacho alternativas para que los legisladores consideren redactar leyes de privacidad, luego de la interferencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016.
Una de las leyes de privacidad más estrictas que existen en EE.UU hoy en día es la Ley de Privacidad del Consumidor de California (CCPA), aprobada este año, y los expertos consideran que se trata de un preámbulo que inspirará la creación de nuevas leyes de privacidad para todo el país, que estarían alineadas con los estatutos del GDPR.
No queda duda que el plan de los políticos estadounidenses es seguirle los pasos a la Unión Europea con respecto a la privacidad en Internet. Mientras llegan más detalles sobre estos planes, sólo queda confiar en que estas leyes realmente ofrecerán seguridad y protección a los usuarios, y no serán otra excusa más para que las autoridades puedan conocer mucho más sobre nuestras vidas en complicidad con las empresas de tecnología.