Los campos electromagnéticos de alta frecuencia representan una forma de radiación no ionizante, y fueron declaradas por la Agencia Internacional sobre el Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 2011 como posiblemente carcinógenas para las personas, sin embargo, existe poca evidencia sobre estas afirmaciones.
Sin embargo, un nuevo estudio realizado por una institución llamada ISGlobal, respaldada por la Fundación ‘La Caixa’, no encontró conexiones claras entre la exposición a campos electromagnéticos en el ambiente laboral y el riesgo de padecer glioma o meningioma.
Se trata de uno de los estudios epidemiológicos más importantes que se han realizado, y sus hallazgos destacan la necesidad de más investigación acerca de los campos electromagnéticos de radiofrecuencia y su relación con el cáncer, además de las posibles interacciones con otros productos químicos e incluso frecuencias. En este sentido, Elisabeth Cardis, directora del Programa de Radiación de ISGlobal, aseguró:
Este es el estudio más grande sobre tumores cerebrales y exposición ocupacional a EMF de alta frecuencia hasta la fecha.
Los investigadores utilizaron una gran base de datos basada en las mediciones realizadas en anteriores estudios y datos compartidos por los participantes. Con esta herramienta, los expertos analizaron la exposición individual a los campos electromagnéticos de alta frecuencia en el trabajo, y estudiaron su posible vínculo con el riesgo de glioma o meningioma, dos de los tumores que aparecen con más frecuencia en personas adultas.
Los sectores laborales que prestaron su colaboración para facilitar la realización del estudio y que fueron expuestos a campos electromagnéticos trabajaron con radares en sus alrededores, antenas de telecomunicaciones y tuvieron a su lado el personal médico correspondiente para aplicar el tratamiento médico preventivo.
Sin embargo, más allá de que el estudio proporcionó nueva evidencia sobre el cáncer y la exposición a estos campos de alta frecuencia, no sugirió pruebas concretas para asegurar que no existe riesgo. De hecho, además de que el grupo participante fue reducido, sólo el 10 por ciento de ellos fue expuesto a radiofrecuencias y menos del 1 por ciento se expuso a frecuencias intermedias, lo que limitó el poder de encontrar asociaciones claras.
Referencia: Occupational exposure to high-frequency electromagnetic fields and brain tumor risk in the INTEROCC study: An individualized assessment approach. Environment International, 2018; 119: 353 DOI: 10.1016/j.envint.2018.06.038.