El derretimiento del permafrost siberiano ha permitido la liberación de nematodos, diminutos gusanos que viven en el suelo, que han permanecido suspendidos en un estado de congelación profunda desde el periodo Pleistoceno.
Según reporta un equipo de investigadores, a pesar de que estos organismos han permanecido congelados durante decenas de miles de años, dos especies de estos gusanos fueron revividas con éxito, y ahora se consideran los animales vivos más antiguos del planeta, en lo que se describe como un importante avance científico.
Los biólogos rusos del Instituto de Física-Química y Problemas Biológicos de la Ciencia del Suelo, la Academia Rusa de Ciencias, la Universidad Estatal de Moscú y la Estación Biológica del Mar Blanco desenterraron más de 300 muestras en las adyacencias del río Kolyma, ubicado en la zona más fría de Rusia, una región conocida como Yakutia.
Descubrieron que las muestras estaban llenas de vida microscópica: cianobacterias unicelulares, algas verdes y levaduras. Pero entre estas muestras, también encontraron algunos organismos macroscópicos, a saber, algunos nematodos (Panagrolaimus aff detritophagus y Plectus aff. Parvus), también conocidos como gusanos redondos.
Los nematodos de la especie Panagrolaimus, se encontraron en muestras de suelo tomadas desde una profundidad de 30 metros, en un lugar donde una vez hubo una madriguera. La edad estimada de la muestra fue de 32 mil años.
En el caso de la especie Plectus, las muestras fueron tomadas una menor profundidad, sólo 3,5 metros; sin embargo, la datación por radiocarbono mostró que su edad es aún mayor: 42 mil años.
Después de identificar a los gusanos, los biólogos los colocaron en un medio nutriente en una habitación mantenida a una confortable temperatura de 20 grados Celsius (68 Fahrenheit).
No pasó mucho tiempo antes de que los nematodos comenzaran a mostrar signos de vida. En cuestión de semanas, se movían y comían, estableciendo un nuevo registro de cuánto tiempo pueden sobrevivir un organismo luego de un estado de congelación.
Pero más allá de lo llamativo que resulta el hecho que estas criaturas hayan regresado a la vida luego de pasar 42.000 años congeladas, de este estudio se desprenden dos visiones contrastantes; la optimista, valora los mecanismos que les permitieron a estos organismos sobrevivir y el valioso aporte para campos científicos como la criomedicina, la criobiología y la astrobiología.
La otra cara de la moneda nos muestra que, a medida que el calentamiento global sigue su curso y gran parte del permafrost continúa derritiéndose, podrían liberarse una serie de patógenos que en la actualidad permanecen congelados. Cuáles serán las consecuencias de ese advenimiento es una verdadera incógnita.
Referencia: Viable Nematodes from Late Pleistocene Permafrost of the Kolyma River Lowland. Doklady Biological Sciences, 2018. http://dx.doi.org/10.1134/s0012496618030079