Muchos padres se preocupan al ver a sus hijos jugando videojuegos; sin embargo, esto, a menos que sea una adicción, no tiene por qué ser un motivo de disputas familiares. De hecho, recientemente, un equipo de investigadores descubrió que los jugadores frecuentes de StarCraft II tienen mejores conexiones cerebrales en áreas asociadas a la cognición visoespacial.

En este sentido, el equipo de científicos, liderados por Natalia Kowalczyk, de la Universidad de Ciencias Sociales y Humanidades de Polonia, encontró que los jugadores frecuentes de un videojuego de estrategia en tiempo real, llamado StarCraft II, tienen una mejor conectividad entre las regiones del cerebro que se asocian a las habilidades visoespaciales.

Lee Shin Hyung, con 24 años, es uno de los mejores jugadores de StarCraft del mundo.

Así, interesados en estudiar la neuroplasticidad, es decir, la capacidad del sistema nervioso para adaptarse y modificarse en función de la influencia de las experiencias en el medio ambiente, los investigadores consideraron que los videojuegos de acción pueden ser buenos candidatos para estimular esta capacidad.

Para probar su hipótesis, se emplearon imágenes de un tensor de difusión de forma que fuese posible comparar la conectividad cerebral estructural de un grupo de 31 jugadores frecuentes de StarCraft II con la de un grupo control compuesto por 31 hombres que habían jugado menos de 6 horas de este tipo de juegos de estrategia.

En particular, el grupo experimental estaba compuesto por jugadores frecuentes que le habían dedicado al menos 6 horas por semana durante los últimos 6 meses a juegos de estrategia en tiempo real, de las cuales, el 60% del tiempo estuvo dedicado a StarCraft II.

Al llevar a cabo la evaluación se encontró que el grupo control no difería del experimental en cuando a la conectividad estructural general; sin embargo, se observó que los jugadores frecuentes tenían una mejor conectividad entre el lóbulo occipital y el lóbulo parietal.

Esto les permitió concluir que las personas que juegan StarCraft II con mayor frecuencia tienden a tener un mayor número de conexiones entre las regiones occipital y parietal del cerebro, lo que se asocia a un mejor rendimiento en el procesamiento de información visual y espacial.

Sobre esto, Kowalczyk opina:

“Nuestros resultados muestran que los jugadores frecuentes tienen modificaciones en los axones que unen las estructuras del bucle occitoparietal, involucradas en el procesamiento visual y espacial, lo que arroja nuevas luces sobre la comprensión de cómo las conexiones cerebrales se alteran en torno a las experiencias”.

No obstante, es necesario tener ciertas precauciones antes de sacar conclusiones apresuradas, pues aun no queda claro si las diferencias se deben a sus experiencias con los videojuegos o si la estructura cerebral de los jugadores les predispone a involucrarse en dichas actividades.

Por lo tanto, los investigadores sugieren que en el futuro se hagan estudios longitudinales que incluyan entrenamiento de no jugadores, a fin de poder establecer algún tipo de relación causal.

Referencia: Real‐time strategy video game experience and structural connectivity – A diffusion tensor imaging study, (2018). https://doi.org/10.1002/hbm.24208

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