En el mercado actual, el valor de las criptomonedas está altamente relacionado, o dependiente, del bitcoin (BTC); pero en un anuncio reciente, el CEO de Ripple, Brad Garlinghouse, expresó que la era del bitcoin podría estar pronto a terminarse.
De acuerdo con Garlinghouse, en una entrevista para el CNBC:
Actualmente existe una estrecha correlacion del valor del ripple (XRP) y el bitcoin (BTC), pero, por sobre todo, dependen de plataformas o tecnologías de código abierto totalmente independientes. Tal vez, más adelante el mercado empiece hacer esta distinción de forma más racional y el comportamiento de los comercios lo reflejen.
Esta correlacion de valores se vio más marcada durante el primer trimestre del 2018, con una caída del 50% en el precio de mercado de las monedas digitales y un 70% en el precio del ripple (XRP).
Por dicha razón, “la industria es todavía muy joven y el mercado especulativo domina las actividades comerciales. Es sólo cuestión de tiempo hasta que las personas comprendan los distintos casos de uso para cada criptomoneda y se les de su valor correspondiente a cada una y no uno influenciado por el BTC”, comentó Garlinghouse.
Asimismo, otro vocero de la compañía predijo que en unos 10 años, entre las 1500 que existen en el actualidad, sólo algunas criptomonedas sobrevivirán, pues no todas tendrán un uso práctico en la industria.
La SEC, por su parte, ha contribuido al descarte de varios intentos de creacion de criptomionedas por medio de ICOs fraudulentas:
La SEC ha cumplido su papel en la denuncia de ICOs, pues ha habido casos de fraude. Nosotros también advocamos a que el gobierno intervenga y cumpla su rol como protector de los inversores y compañías; aunque también ha habido casos de verdadera utilidad.
Como nota final, Garlinghouse reiteró que:
Si posees XRP, no implica que poseas los derechos sobre las ganancias o dividendos de la empresa. Por dicha razón el XRP tiene una utilidad real.
Los comentarios, aunque sustentados en las tendencias recientes, podrían tal vez reflejar un escenario futuro, en el que las monedas digitales se diversifiquen en términos de valor no guiado por un indicativo fijo, sino que cada una cumpla un papel en el mercado y, por ende, sea valorada por su contribución en algún sector o ámbito financiero.