La última década ha visto una bonanza de descubrimientos de planetas fuera de nuestro sistema solar; hasta el momento se han confirmado casi 2.000 exoplanetas. Muchos de estos mundos pertenecen a una clase conocida como “Júpiter calientes”; se trata de gigantes gaseosos como Júpiter pero con órbitas que los acercan febrilmente cerca de sus estrellas anfitrionas, haciéndolos mucho más calientes.
Si bien en un principio a esta clase de planetas se les consideraba como exóticos e infrecuentes, probablemente porque en nuestro sistema solar no tenemos un ejemplo análogo, los nuevos descubrimientos fueron mostrando que en realidad son más abundantes de lo que se pensaba.
Aunque en la actualidad se sabe que los “Júpiter calientes” son bastante comunes y se han estudiado, son muchas las incógnitas y las sorpresas que deparan.
Recientemente un equipo de investigadores ha reportado una de esas sorpresas al catalogar a WASP-104b como el exoplaneta más oscuro que se haya encontrado, mostrando un color comparable al del carbón.
Ubicado a 466 años luz de la Tierra, en la constelación de Leo, WASP-104b es un planeta gaseoso gigante del tamaño de Júpiter, que orbita su estrella una vez cada 1,75 días. Pero a diferencia de cualquier otro planeta gaseoso encontrado por los astrónomos, este en particular está tan cerca de su estrella, que las tremendas radiaciones emitidas por ésta, destruyeron la atmósfera del planeta y lo dejaron con elementos químicos, como potasio y sodio, que emergen de la superficie brumosa y oscura del planeta.
De acuerdo a un estudio realizado por científicos de la Universidad de Keele en Reino Unido, estos elementos químicos hacen que WASP-104b absorba entre el 97 y el 99 por ciento de la luz que llega a la superficie del exoplaneta, un hecho que hizo que el distante planeta se colocara directamente en la cima de la lista de “planetas oscuros”.
WASP-104b fue descubierto en el año 2014 como parte del proyecto de búsqueda de exoplanetas conocido como WASP (Wide angle Search for Planets); en un principio parecía que se trataba de un planeta gaseoso gigante caliente bastante típico. Sin embargo, éste se destacó entre otros planetas similares porque reveló una gran velocidad en órbita.
Desafortunadamente, en ese momento, los astrónomos no pudieron determinar cuál sería la apariencia del planeta. Tiempo después, con el uso del Telescopio Espacial Kepler, los investigadores lo catalogaron como parte de una subcategoría muy rara de planetas calientes parecidos a Júpiter, es decir, entre esos planetas gaseosos gigantes que absorben más luz de la que son capaces de reflejar.
En breve, los científicos se dieron cuenta de que WASP-104b es el planeta más oscuro jamás descubierto. Según los astrónomos, si se observara al exoplaneta a simple vista, revelaría un sorprendente color púrpura. Sin embargo, hasta que los telescopios futuros puedan ver el planeta más oscuro jamás encontrado, su apariencia seguirá siendo un gran misterio.
Referencia: WASP-104b is Darker than Charcoal. Earth and Planetary Astrophysics, 2018. arXiv:1804.05334