Si bien es cierto que los microbios son responsables de algunos de los mayores desafíos de salubridad mundial, incluyendo malaria, cólera, enfermedades transmitidas por los alimentos y otras enfermedades infecciosas, es imperativo destacar que el 99 por ciento de los microbios no provoca enfermedad alguna.
Hay muchos microbios beneficiosos que contribuyen en la elaboración de pan, queso, yogur, chocolate, café y cerveza, entre otros, así como en la producción y regeneración del suelo, la degradación de contaminantes y toxinas, la salud y el desarrollo animal, vegetal y, lógicamente la humana.
Es un hecho plenamente comprobado que todos los seres vivos en este planeta tienen microbios asociados, los cuales tienen un rol importante en el mantenimiento de la salud y el bienestar.
Aunque existe un amplio conocimiento sobre el rol del microbioma en la salud humana, poco se comprende sobre la ecología y los cambios de las comunidades microbianas después de la muerte, o sobre su potencial utilidad para comprender el estado de salud de la población viviente.
En este sentido, una investigación realizada por científicos de la Universidad Estatal de Michigan en Estados Unidos, muestra que el microbioma post mortem, es decir, las poblaciones de microorganismos que se emergen después de la muerte, puede proporcionar información crucial sobre la salud pública.
A partir de una encuesta a gran escala de casos de muerte que representan una población predominantemente urbana, los investigadores demostraron que estos microbiomas reflejan las condiciones de salud en vida, dentro de las 24 a 48 horas de la muerte.
Los investigadores desarrollaron protocolos estandarizados para recolectar muestras de manera sistemática y consistente. El establecimiento de estas metodologías es vital para ampliar la utilidad potencial de las comunidades microbianas post mortem como una herramienta de vigilancia para la salud humana, o para su uso en medicina forense.
El conjunto de datos en constante crecimiento refleja una imagen de la salud pública que incluye muchas poblaciones que están desatendidas y poco estudiadas por la comunidad médica. Por primera vez, los investigadores comprueban que el muestreo del microbioma post mortem puede ser de gran importancia para la vigilancia de la salud pública, como el monitoreo de la diversidad y frecuencia de genes resistentes a antibióticos de la población general.
Los resultados demuestran que a pesar del proceso de deterioro y descomposición, el cuerpo mantiene una fuerte diferenciación de nichos microbianos entre las áreas anatómicas y el tiempo transcurrido luego de la muerte.
Estos hallazgos mejoran la comprensión de la dinámica de la microbiota del huésped post mortem y proporcionan un sólido conjunto de datos para probar el microbioma post mortem como una herramienta para evaluar las condiciones de salud en las poblaciones vivas.
Referencia: A large-scale survey of the postmortem human microbiome, and its potential to provide insight into the living health condition. Scientific Reports, 2018. doi:10.1038/s41598-018-23989-w