De acuerdo con reportes de ayer, miércoles 18 de abril, 14 casas de cambio de criptomonedas en Corea del Sur anunciaron una serie de medidas autorregulatorias, legalmente no vinculadas a entes gubernamentales, que deberán ser implementadas por la Asociación Blockchain de Corea (KBA).
Según se reveló, las regulaciones pretenden buscar una solución a algunos problemas comunes como formas de responder efectivamente a transacciones inusuales, el almacenamiento por separado de fondos de empresas y clientes, así como la publicación regular de reportes de estados financieros. Asimismo, las compañías acordaron mantener disponibles un mínimo de 2 mil millones de won (2 millones de dólares).
Cabe destacar que entre las casas de cambio de la asociación se encuentran Bithumb, Upbit y OKcoin.
Según las explicaciones dadas, el objetivo de dichas regulaciones es mantener bajo control el mercado, especialmente en cuanto a los actos delictivos como lavado de capitales, ICOs fraudulentas y especulaciones en las tarifas de los exchanges.
En palabras de uno de los voceros:
Estas regulaciones fueron pensadas para establecer los requerimientos básicos necesarios para garantizar la transparencia en las transacciones con criptomonedas. Asimismo, dado que en el future se establecerán más medidas, queremos poner en orden el caótico Mercado y proteger a nuestra clientela.
Por otra parte, a partir del primero de mayo se estarán llevando a cabo una serie de inspecciones a las casas de cambio y miembros de la asociación, quienes luego tendrán hasta el 8 de mayo para presentar un reporte financiero a las autoridades.
También cabe mencionar que el pasado 12 de abril fue establecido en Japón un organismo autorregulador llamado “Japan Virtual Currency Exchange Association”, el cual está conformado por 16 casas de cambios reconocidas en el territorio.
Todos estos cambios se dan en medio de una etapa crítica en cuanto a las fuertes regulaciones que el gobierno ha ejercido sobre el mercado de criptoactivos.
Hace apenas escasas horas, las autoridades transfronterizas de Corea del Sur impusieron regulaciones sobre el comercio e importaciones de chips de minería de criptomonedas, alegando que la práctica conlleva al uso excesivo de energía que podría, entre otras cosas, provocar incendios en áreas públicas o de viviendas.