Frisson

Si bien se cuenta con un entendimiento pleno de los mecanismos fisiológicos que subyacen a los escalofríos en respuesta al frío, cuando éstos ocurren en respuesta a estímulos emocionales, sigue siendo un tema de debate abierto.

Estas reacciones se conocen como frissons, un término francés que significa escalofríos estéticos y son descritas como olas de placer que recorren la piel, por lo que también se les conoce como orgasmos de la piel.

La sensación es experimentada más comúnmente cuando se escucha música emocionalmente conmovedora; aunque también ocurren en respuesta a estímulos como la escena de una película, al apreciar obras de arte o cuando se tiene contacto físico con otra persona especial.

Aunque se sabe que hasta dos tercios de la población es susceptible de experimentar frissons, no está claro por qué algunas personas son más propensas que otras a tener estas reacciones. Sin embargo, los resultados de una investigación aportan evidencia que apunta a aclarar las incógnitas al respecto.

Para el estudio, los investigadores reunieron una lista de reproducción de canciones conocidas por inducir escalofríos, incluyendo: La pasión de San Juan de Bach, el concierto de piano  Nro. 1 de Chopin, Making Love Out of Nothing At All de la agrupación australiana Air Supply, entre otras piezas musicales.

Después de tomar pruebas de personalidad, los participantes se conectaron a equipos que midieron su excitación fisiológica a través de su piel. Mientras escuchaban las canciones, apretaban un botón cada vez que experimentaban un frisson.

Los investigadores encontraron que quienes tuvieron las reacciones de escalofríos más fuertes, también obtuvieron puntajes altos en la apertura a la experiencia, un rasgo de personalidad que abarca la apreciación de la belleza y la sensibilidad a los propios sentimientos. Específicamente, los autores encontraron que estas personas tuvieron puntajes altos en tres sub-rasgos de apertura a la experiencia: apertura a la fantasía, apertura a nuevas ideas y apertura a nuevos  valores.

La Dra. Amani El-Alayli, profesora de psicología social en la Universidad Eastern de Washington y coautora del estudio, explicó: “Los resultados muestran que son los componentes cognitivos de la apertura a la experiencia, como hacer predicciones mentales sobre cómo se desarrollará la música o cómo involucrarse en imágenes musicales, los que están asociados con la sensación de frisson.”

Los autores señalan que las personas que se sumergen intelectualmente en la música pueden experimentar escalofríos más frecuente e intensamente que otros. Entonces, ese estremecimiento emocional no es sólo una reacción instintiva ante algo desgarrador o hermoso; son los pensamientos que recorren la superficie de la piel.

Referencia: Getting aesthetic chills from music: The connection between openness to experience and frisson. Psycology of Music, 2015. https://doi.org/10.1177/0305735615572358

Mary Quintero

Bióloga. Apasionada por la escritura. Asesora y orientadora de medios digitales. Escribo sobre mi pasión: las ciencias.

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