Venezuela actualmente atraviesa una de las peores crisis económicas en la historia del mundo, no solo por sus crecientes índices de inflación, que actualmente superan el 4,000 % anual, sino por la escasez de alimentos, medicamentos y un deterioro social que ha sumido al país en verdadero caos, del que sólo sus habitantes pueden hablar con total propiedad.
En medio de esta situación, y probablemente influenciado por sus asesores en Rusia, el gobierno decidió recurrir a las criptomonedas como ‘salvavidas’ ante el hundimiento de la economía, y anunció el paso mes de diciembre el lanzamiento del Petro, una alternativa a su más que devaluada moneda nacional: el Bolívar.
Luego de haber anunciado su preventa oficial y las primeras cifras de inversión en la primera criptomoneda respaldada por petróleo en el mundo, son muchas las opiniones de analistas financieros que han surgido en relación a este tema, unos en favor de este activo, y otros que se niegan a creer que el Petro pueda revertir la hiperinflación que experimenta Venezuela.
Ahora, los analistas de la Institución Brookings, un centro de investigación económica y política sin fines de lucro con sede en Washington, Estados Unidos, aseguran que es más probable que el Petro ponga en riesgo las criptomonedas ‘legítimas’ a que salve la economía venezolana. Así lo revela un artículo publicado en su sitio web el pasado 9 de marzo, donde advierten que existe un peligro real de que esta criptomoneda fracase y debilite la integridad de las criptomonedas más importantes.
El argumento que utilizan los analistas de Brookings es que si el Petro en efecto resulta un fracaso, este hecho puede contribuir a la idea de que las criptomonedas ‘facilitan el fraude’. Asimismo, los expertos creen que si el Petro logra eludir de manera efectiva las sanciones internacionales, otros países sancionados pueden seguir la idea de Venezuela para combatir estos bloqueos.
Con respecto a las cifras positivas anunciadas por Nicolás Maduro en relación a la venta del Petro, la Institución Brookings afirma que el Petro no ofrecerá ningún servicio real para sus compradores internacionales, ya que simplemente es una forma de aliviar la deuda ilícita contraída por la nación sudamericana. Según el informe, este hecho contrasta con las verdaderas criptomonedas, que hacen posibles transacciones descentralizadas, transparentes y seguras.