Los resultados de un estudio realizado por científicos del Instituto Alemán Leibniz para la Zoología y la Investigación de la Vida Silvestre (IZW), revelaron el misterio de cómo los murciélagos vampiros pueden sobrevivir alimentándose exclusivamente de la sangre de sus víctimas, una dieta que es única entre los mamíferos.
Alimentarse únicamente con sangre plantea un gran desafío, ya que esta dieta es baja en vitaminas, lípidos y glucosa, y tiene un alto contenido de sal. Una dieta de sangre también expone a estos animales a una variedad de patógenos transmitidos por esta vía, incluyendo una gran cantidad de virus transmisores de enfermedades.
Por mucho tiempo se ha sospechado que los murciélagos vampiros tienen adaptaciones evolutivas altamente específicas; sin embargo, no se cuenta con una certeza al respecto. A fin de esclarecer este panorama, los investigadores mapearon el genoma del murciélago vampiro común (Desmodus rotundus) y la comunidad microbiana que vive en su intestino, llamado microbioma.
Los científicos descubrieron que el microbioma de murciélago vampiro es muy diferente de otros murciélagos carnívoros, insectívoros o frugívoros. Las adaptaciones para alimentarse de la sangre conferida por el genoma y el microbioma, incluyen la capacidad de abordar el desperdicio de nitrógeno y el aumento de la presión osmótica, la asimilación de hierro y los cambios en la inmunidad, incluido un alto número de bacterias protectoras capaces de producir sustancias antivirales.
Aunque el tamaño total del genoma del murciélago vampiro es similar al de otras especies de murciélagos, contiene cerca del doble del número de copias de elementos transponibles (secuencias de ADN que cambian de posición en el genoma). Estas secuencias se encontraron en regiones genómicas relacionadas con la respuesta inmune, la defensa viral y el metabolismo, tanto de los lípidos como de las vitaminas.
En complemento, los investigadores examinaron la presencia de virus en poblaciones de murciélagos vampiros y ganado de la misma región geográfica. Resultó sorprendente que los murciélagos y el ganado no compartían virus patógenos. En general, los murciélagos vampiros llevaban muchos menos retrovirus que otros murciélagos o mamíferos.
La doctora Marina Escalera-Zamudio, del Departamento de Enfermedades de la Vida Silvestre del IZW y coautora de la investigación, indicó:
Para comprender las adaptaciones evolutivas específicas de un animal, es esencial examinarlo desde lo que ahora llamamos una perspectiva ‘hologenómica’, que incluye las interacciones de un animal con su entorno y su microbioma.
Este concepto de evolución hologenómica argumenta que tanto un animal como su microbioma, están sujetos a cambios de selección y experiencia naturales, debido a las circunstancias ambientales específicas. Por lo tanto, la especialización dietética mostrada por los murciélagos vampiros requirió de cambios evolutivos tanto en el genoma como en el microbioma, que a su vez influyeron en la digestión, la función renal y el sistema inmunitario.
Los autores argumentan que contar con una compresión más amplia del sistema inmune de los murciélagos, proporciona un marco de estudio que podría aportar nuevos conocimientos con el potencial de ayudar a los humanos a controlar los virus.