La semana pasada, el gigante de las redes sociales Facebook anunció que prohibiría la publicación de anuncios inherentes a las criptomonedas y a las ICOs dentro de su plataforma. Al explicar las razones de su decisión, la compañía de Mark Zuckerberg dijo que se trataba de una medida que buscaba proteger a los inversionistas de los engaños y las estafas financieras.
En la gran mayoría de los medios de comunicación que reseñaron la noticia, la decisión de Facebook fue vista como algo sumamente negativo, sin embargo, esto puede ser visto como una medida temporal y positiva para la comunidad.
La prohibición de Facebook no es para siempre, es decir, se extenderá hasta que la compañía diseñe un sistema de detección de anuncios fraudulentos sobre criptomonedas, opciones binarias e ICOs altamente eficiente. De hecho, es posible que en el futuro la medida sería revertida, ya que la compañía quiere estar segura de lo que realmente es una estafa o no.
Si tenemos en cuenta los recientes esquemas Ponzi que han sido desmantelados, incluyendo a Bitconnect, son empresas que no hacen otra cosa que dañar la reputación de las criptomonedas y perjudican gravemente a los usuarios e inversionistas. Si dichos esquemas siguen proliferando en plataformas como Facebook, un posible colapso del mercado de las criptomonedas sería la realidad que todos experimentaríamos.
A decir verdad, no se necesita más polémica en torno a las prohibiciones. Esta medida de Facebook puede ser vista como algo positivo hasta que se demuestre lo contrario. Cualquier implementación que se haga en pro de reducir los niveles de estafas y fraudes no solo dejará tranquilos a los gobiernos, sino que brindará más confianza a los inversionistas, quienes en definitiva son los responsables de hacer crecer a las criptomonedas.
Si Facebook logra que sus anuncios sean mucho más confiables, los promotores de proyectos basados en criptomonedas no deberían ser vetados por la plataforma, si realmente eso es lo que busca.