El Programa Nacional de Toxicología del Instituto Nacional de la Salud (NTP) en Estados Unidos publicó los resultados de dos estudios que evaluaron los efectos de los teléfonos celulares en ratones. Aunque no son concluyentes, sugieren que una mayor exposición a la radiación emitida por los teléfonos celulares podría inducir ciertas formas de cáncer.
Los investigadores del NTP colocaron ratones y ratas en cámaras de radiación y los observaron durante dos años. Todos los ratones en este estudio fueron expuestos a estas ondas de radiación durante aproximadamente nueve horas por día. Un grupo se encontraba en cámaras que emitían a 900 MHz de radiación, mientras que otro grupo fue expuesto a 1900 MHz. Las únicas frecuencias utilizadas fueron 2G o 3G.
Aunque los investigadores notaron un leve y poco significativo aumento en el riesgo de desarrollar cánceres de cerebro, piel y pulmón, el principal hallazgo fue que los ratones machos expuestos a 900 MHz tenían un mayor riesgo de desarrollar una forma maligna de cáncer cerca del corazón.
Los investigadores también observaron que los ratones en las cámaras de radiación parecían tener un mayor riesgo de daño al ADN o problemas cardíacos.
Curiosamente, los ratones machos que estuvieron expuestos a mayores cantidades de radiación presentaron una mayor longevidad. Estos ratones machos también tenían un menor riesgo de enfermedad renal en comparación con las ratas macho de control.
La mayoría de los científicos no se ven influidos de ninguna manera por las afirmaciones derivadas de estos estudios, fundamentando su posición en lo poco concluyentes que son sus resultados, y aseveran que no hay suficientes datos para respaldar la afirmación que los teléfonos celulares provocan cáncer.
Uno de los argumentos esgrimidos por los científicos que califican los resultados de estos estudios como intrascendentes, es que los autores del estudio utilizaron exposiciones a la radiación mucho más altas que las experimentadas por los humanos. Los autores del estudio admiten el uso de entre uno y diez vatios por kilogramo en las cámaras de los ratones. Sin embargo el ente regulador de las telecomunicaciones en Estados Unidos (FCC), solo permite que los fabricantes de teléfonos celulares fabriquen teléfonos que emitan 0,08 vatios por kilogramo.
Voceros de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) expresaron que no se publicará ninguna advertencia de salud pública basada en los resultados de estos estudios, señalando que no muestran evidencia convincente de que la radiación emitida por los teléfonos celulares representan un riesgo para la salud.