Por lo general, cuando una Exchange de criptomonedas es hackeada, sus usuarios son quienes corren con la menor suerte. Las criptomonedas que fueron robadas más nunca vuelven a su posesión, dejando sus monederos vacíos y la ira a flor de piel. Sin embargo, el reciente hackeo de Coincheck parece haber generado reacciones diferentes, ya que la casa de cambio japonesa anunció que reembolsará US$ 425 a los afectados por el robo.
Como informamos recientemente, el hackeo a Coincheck puede ser considerado el más grande de la historia del mercado de las criptomonedas. En total, 58 billones de yenes (un poco más de U$ 533) de NEM fueron robadas, lo que obligó a la empresa a inhabilitar todos los retiros, excepto para Bitcoin.
Sin embargo, parece que luz se puede ver al final del túnel. La casa de cambio ahora dice que pagará 46.300 millones de yenes (US$425) a los 260.000 usuarios que fueron afectados por el hackeo. Algunos pueden decir que solo se está reembolsando el 90% de los fondos reales robados, pero el hecho de recuperar el 90% del dinero robado ya es un aspecto muy positivo.
https://twitter.com/coincheck_en/status/957459538352906241
A través de su blog oficial, Coincheck explicó a sus usuarios:
En el camino hacia la reapertura de nuestros servicios, estamos desplegando todos nuestros esfuerzos para descubrir la causa de la transferencia ilícita y revisar y fortalecer nuestras medidas de seguridad, a la vez que continuamos con nuestros esfuerzos para registrarnos en la Agencia de Servicios Financieros como Proveedor de Servicios de Cambio de Divisas Virtuales.
Los reembolsos se harán en yenes, y serán asignados a un monedero de Coincheck. Todavía no se ha determinado el método real para la aplicación del reembolso, así como el momento en que se efectuará.
El método de cálculo para el monto de la moneda se basa en el precio promedio ponderado de NEM, que constituye los precios desde la suspensión de las nuevas compras hasta el momento del anuncio del reembolso. Por su parte, según reseñan medios locales, la Agencia de Servicios Financieros Japonesa (FSA) ya está considerando algún tipo de sanción administrativa, como una multa, por el hackeo. Se supone que las casas de cambio que operan en Japón deben tener una seguridad adecuada para prevenir tales ataques.