La obsolescencia programada es un concepto bastante polémico, y pese a que muchos usuarios se niegan a creerlo, otras personas se han sentido víctimas de diversos fabricantes que en pro de aumentar las tasas de sustitución, ralentizan deliberadamente sus viejos dispositivos.
Al menos esto es lo que se ha planteado en diversos países como Francia, donde Apple está siendo investigado por engaño y obsolescencia programada. La compañía también se ha disculpado recientemente por la manera en que ha manipulado el rendimiento de los iPhones con baterías más antiguas, ofreciendo a un costo asequible una batería de reemplazo para los dispositivos afectados.
Ahora, un nuevo episodio de acusaciones sobre obsolescencia programada contra Apple, donde también se acusa al gigante surcoreano Samsung de ralentizar sus dispositivos antiguos, ha sido desvelado en Italia. En concreto, se trata de la institución antimonopolio italiana, que ha decidido abrir una investigación contra ambas compañías para determinar si en efecto han incurrido en este delito.
Según la agencia de noticias Reuters, el organismo italiano cree que ni Apple ni Samsung han informado a sus clientes que actualizar el software de sus dispositivos puede acarrear un impacto negativo en el funcionamiento y rendimiento de los mismos. La institución asegura que ambas compañías son sospechosas de implementar actualizaciones que obligan a los usuarios a adquirir las nuevas versiones de sus equipos.
En caso de que la investigación conduzca a las autoridades italianas a comprobar que ambas empresas incurren en este delito, no solo se impondrían multas de millones de euros, sino que además, la noticia haría que otros países entren en alerta y comiencen a investigar a estas y otras compañías que pudiesen estar manipulando a sus usuarios para crecer en el mercado.
Según la publicación de Reuters, el organismo de control italiano dijo:
Apple y Samsung son sospechosos de crear una política comercial que se aprovecha de la falta de ciertos componentes para frenar el rendimiento de sus productos e inducir a sus usuarios a comprar nuevas versiones.
Es importante destacar que han sido los mismos usuarios de estas compañías quienes han proporcionado las pruebas a las autoridades italianas para desarrollar el caso e iniciar la investigación. En la actualidad, Apple tiene un expediente abierto en España por un caso similar, un país cuya legislación en este sentido es mucho más estricta que la de otros países de la Unión Europea.