Aunque ciertamente no es común la frase: “un algoritmo me salvó la vida”, es muy probable que tal afirmación sea mucho más recurrente en el futuro cercano, ya que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), recientemente aprobó de manera oficial el uso de una tecnología denominada Wave Clinical Platform, una iniciativa que cuenta con el potencial de prevenir fallecimientos repentinos.
El algoritmo desarrollado por la empresa de tecnología médica ExcelMedical, supervisa los signos vitales del paciente y cuando detecta alguna señal de riesgo, envía alertas de inminentes ataques cardíacos potencialmente mortales o casos de insuficiencia respiratoria, hasta seis horas antes de que un paciente sufra dichos eventos. Esta es la primera vez que un algoritmo utilizado de esta manera ha recibido la aprobación de la FDA.
La plataforma Wave tiene como objetivo ayudar a aliviar esta carga, previniendo que ocurran muertes evitables. Se trata de un sistema de monitoreo y vigilancia del paciente siempre activo, que muestra en tiempo real, una vista clínica de datos fisiológicos y médicamente relevantes.
Esta información puede ser vista por el personal médico en estaciones de trabajo clínicas y en dispositivos móviles, incluso cuando no están en la sala en ese momento. Pase lo que pase con los signos vitales de un paciente, Wave calcula automáticamente su riesgo, dando una advertencia temprana del deterioro del paciente, mientras todavía hay tiempo para cambiar las cosas.
Lo que hace que la tecnología sea inteligente es el hecho de que no sólo monitorea diferentes parámetros biométricos de los pacientes, sino que los analiza en conjunto. Por ejemplo, una disminución menor en la frecuencia respiratoria de un paciente podría ser suficiente para activar una llamada de emergencia en un software de monitoreo regular. Sin embargo, si esa disminución en la respiración se acompaña de un aumento en la presión sanguínea (algo más que puede no desencadenar una advertencia por sí solo), eso podría ser indicativo de una situación peligrosa en desarrollo.
Al ser el primer algoritmo en obtener la aprobación, el sistema se probó en un grupo compuesto por pacientes de edad avanzada en el Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh. El algoritmo llevó a cero muertes inesperadas en comparación con un grupo que no utilizó la tecnología y se enfrentó a seis muertes inesperadas.
La tecnología fue diseñada con un objetivo en mente: erradicar las muertes inesperadas en los hospitales. Cada año se producen más de 400.000 muertes inesperadas en hospitales de Estados Unidos, por lo que es la tercera causa de muerte en el país, detrás de las enfermedades cardíacas y el cáncer.