Durante siglos se ha sostenido que las ratas fueron las principales responsables de la propagación de la peste negra, una de las peores pandemias en la historia de la humanidad, que devastó a las poblaciones europeas de 1346 a 1353 y provocó la muerte de entre 75 y 200 millones de personas.
Sin embargo, los resultados de una investigación realizada por científicos de la Universidad de Oslo en Noruega y la Universidad de Ferrara en Italia, sugieren que es probable que se haya culpado injustamente a los roedores, ya que los “ectoparásitos”, como los piojos (Pulex irritans) y las pulgas (Pediculus humanus humanus) del cuerpo humano, podrían haber causado la difusión de la terrible epidemia.
Utilizando los datos de mortalidad de nueve brotes de peste en Europa entre los siglos XIV y XIX, los investigadores crearon modelos informáticos en los que se representó la manera cómo se propagó la enfermedad.
En estos modelos se contemplaron tres escenarios de propagación: la transmisión por ratas, por vía aérea y por las pulgas y los piojos alojados en el cuerpo y en la ropa de los humanos.
Los investigadores encontraron que en siete de los nueve casos estudiados, la propagación por medio de los ectoparásitos humanos, resultó ser más consistente que las otras dos alternativas.
En referencia a lo observado, la investigadora Katherine R. Dean, del Departamento de Biociencias de la Universidad de Oslo y coautora del estudio, comenta:
Si bien comúnmente se supone que las ratas y sus pulgas propagaron la peste durante la Segunda Pandemia, hay poco apoyo histórico y arqueológico que soporten tal afirmación. En este estudio mostramos que los ectoparásitos humanos, como los piojos y las pulgas humanas, podrían ser más propensos que las ratas a haber causado epidemias de rápido desarrollo en la Europa preindustrial.
Usando la inferencia bayesiana, los investigadores encontraron que el modelo de propagación por parásitos humanos se ajusta a las curvas de mortalidad registradas en los brotes estudiados, mejor que los modelos para la transmisión neumónica o de roedores.
Pero las ratas no fueron completamente inocentes, ya que se cree que fueron los principales portadores de la enfermedad durante la Tercera Pandemia, que comenzó en 1855 y devastó gran parte de la India y China.
Los autores del estudio señalan que la peste es innegablemente una enfermedad de gran interés científico, histórico y público, y todavía está presente en muchas partes del mundo hoy en día; por lo tanto, es crucial que comprendamos el espectro completo de capacidades que esta enfermedad versátil y pandémica.
Hoy en día, la mayoría de los casos de peste humana son bubónicos, causados por el contagio de pulgas infectadas de roedores, o por vía aérea (neumónica), originada por la inhalación de microgotas infectadas.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, desde 2010 hasta 2015, se notificaron 3.248 casos en todo el mundo, incluidas 584 muertes, siendo la República Democrática del Congo, Madagascar y Perú, los países más endémicos.