Durmiendo

De acuerdo a una investigación realizada por científicos del King’s College de Londres, pasar 90 minutos adicionales en la cama podría ser la clave para reducir la ingesta de alimentos azucarados y tener una dieta más saludable.

No sorprende que tener una noche de mal sueño puede hacer que una persona se sienta cansada, irritable y malhumorada al día siguiente. Pero perderse el mínimo recomendado de siete horas de sueño nocturno, está relacionado con diversas condiciones de salud, como la obesidad y las enfermedades cardiometabólicas, que incluyen diabetes, enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.

El ensayo controlado aleatorizado, analizó la viabilidad de aumentar las horas de sueño en adultos que normalmente dormían menos del mínimo recomendado.

Los investigadores contaron con la participación de 42 individuos, quienes fueron separados en dos grupos: 21 personas, recibieron una consulta de 45 minutos diseñada para extender su tiempo de sueño hasta en 1,5 horas por noche; y el otro grupo no recibió intervención en sus patrones de sueño, por lo tanto, sirvieron como grupo de control.

A todos los participantes se les pidió que registraran sus patrones de sueño y dieta por siete días. Durante este tiempo, los participantes también usaron sensores de movimiento en sus muñecas que medían la cantidad exacta de sueño que tenían cada noche, así como también la cantidad de tiempo que pasaban en la cama antes de quedarse dormidos.

Los resultados mostraron que los participantes que aumentaron la cantidad de tiempo de sueño que recibieron cada noche, redujeron su ingesta de azúcar adicional hasta 10 gramos al día siguiente, en comparación con la cantidad de azúcar que consumieron al comienzo del estudio. Estos participantes también tuvieron una ingesta diaria de carbohidratos más baja que el grupo que no extendió sus patrones de sueño.

La Dr. Wendy Hall, profesora en el Departamento de Diabetes y Ciencias de la Nutrición del KCL y coautora del estudio, comenta: “El hecho de que prolongar el sueño llevó a una reducción en la ingesta de azúcares añadidos, sugiere que un simple cambio en el estilo de vida puede ayudar realmente a las personas a tener dietas más saludables.”

En general, los resultados del estudio mostraron que el 86 por ciento de los participantes que recibieron asesoramiento sobre el sueño, aumentaron su tiempo total en la cama y el 50 por ciento de los participantes extendieron la duración del sueño de 52 a 90 minutos cada noche.

Entre las sugerencias realizadas para ayudar a las personas a tener un mejor sueño se encontraba: evitar la cafeína antes de acostarse, establecer una rutina de relajación y no irse a la cama demasiado lleno o con hambre, entre otros.

Los autores del estudio señalan que los resultados también sugieren que aumentar el tiempo de cama durante aproximadamente una hora, puede generar elecciones de alimentos más saludables. Esto fortalece aún más el vínculo entre el sueño corto y las dietas de peor calidad que ya se ha observado en estudios previos.

Mary Quintero

Bióloga. Apasionada por la escritura. Asesora y orientadora de medios digitales. Escribo sobre mi pasión: las ciencias.

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