Kodi, la popular plataforma para reproducir contenido multimedia, y software preferido para utilizar en la TV boxes, se ha convertido de a poco en el blanco de las compañías del sector audiovisual. En concreto, algunos complementos utilizados por el gestor de contenido han desparecido después de recibir acusaciones por violación de derecho de autor.
Como pudimos conocer recientemente, uno de los más grandes repositorios de Kodi, llamado TVAddons, despareció completamente en junio y fue demandado en Canadá y Estados Unidos por la misma razón. Ahora, la Electronic Frontier Foundation (EFF), se ha manifestado contra las demandas, calificándolas de “abusivas” y de extender el tema del copyright a las ‘plataformas neutrales’.
La EFF existe desde 1990 con el fin de proteger los derechos de privacidad y libertad de los usuarios de Internet, a propósito de los abusos de espionaje cometidos por el gobierno estadounidense contra sus ciudadanos.
Muchos de los complementos utilizados en sitios como Kodi permiten a los usuarios acceder a contenidos en streaming sin pagar absolutamente nada, aunado al hecho de que Kodi es muy versátil y cuenta con muchos plugins, lo que ha hecho que su popularidad crezca de forma avasallante. De esta forma, se empezaron a vender ‘cajas’ con este software preinstalado con el fin de acceder a este contenido con derechos de autor.
De hecho, en el Reino Unido han arrestado a personas por vender estos dispositivos. Sin embargo, para el EFF el problema no son quienes venden estas cajas, ni los creadores del software de Kodi, ya que ellos no son quienes realizan copias no autorizadas del contenido protegido por derechos de autor.
Para el EFF, las compañías de televisión pretenden extender el alcance de otras demandas legales sobre este tema a la violación de derechos de autor ‘secundaria’, para eliminar de Internet a plugins como TVAddons, quienes proveen extensiones para Kodi.
Para la EFF, TVAddons y otros repositorios son un punto neutro que la industria quiere atacar para hacer desaparecer a estos distribuidores de extensiones, que por lo general no eran utilizados para lo que se les acusa, incluso lanzando campañas de desprestigio los reproductores multimedia libres.