Las tecnologías de este siglo, indudablemente han dotado a las agencias gubernamentales de muy buenas herramientas a la hora de emprender tareas de espionaje, lo cual debe mantener a los ciudadanos en alerta, ya que no siempre las implicaciones de esto son benignas. Pero por otra parte, los espías actuales, que llevan a cabo operaciones encubiertas, enfrentan un problema que no tenían sus antecesores: las redes sociales.
Una de las herramientas con las que usualmente cuenta un agente comprometido en alguna actividad de espionaje o seguimiento, es una identidad falsa: lo que se conoce como cubierta o leyenda. Pero en los tiempos que corren, cualquier mortal tiene perfiles en redes sociales: Facebook, Twitter o LinkedIn. Si un espía se encuentra en operaciones amparado por una cubierta, esa cubierta debería tener perfiles en redes sociales que sean consistentes con ello.
Los servicios de inteligencia como la CIA, MI6 y otros, han caído en la cuenta de que los servicios de contrainteligencia van a examinar minuciosamente la actividad en las redes sociales de cualquiera que parezca sospechoso. Tiene sentido suponer que una persona joven tenga una abundante presencia e redes sociales. Analistas consideran que los servicios de inteligencia deberían estar preparando desde ya perfiles en redes sociales para las cubiertas que usarán los agentes que se afiliarán dentro de una década.
El otro problema reside en las omnipresentes cámaras, tanto particulares como de circuito cerrado en todas partes, y los sistemas de reconocimiento facial, que se han convertido en un arma de doble filo: un ejemplo de ello es el caso de los espías israelíes que asesinaron al militante palestino Mahmoud Al-Mabhouh en 2010. Las cámaras de CC los captaron en el hotel donde ocurrió el asesinato, y fueron identificados.
Alex Younger, director del MI6, ha expresado que las actividades encubiertas se han vuelto más difíciles, y se debe asumir este hecho para tomar las medidas pertinentes. Opina que en cinco años, sólo sobrevivirán las agencias que comprendan esto, y se adapten.