Hace apenas unos días hablábamos de las presiones que el gobierno ruso mantenía sobre la compañía Telegram, cuando les amenazó con bloquear su acceso al país sino colaboraban con sus leyes antiterroristas. El motivo de estas presiones se basaba en los chats secretos de la aplicación, cuyo alto nivel de encriptación les convertía en el medio ideal para la planificación de ataques terroristas en la nación. Hasta el momento, Telegram se había rehusado a colaborar con el gobierno en relación a este tema.
Sin embargo, en pocos días, la polémica parece haber quedado atrás. Como una especie de conciliación, Telegram ha confirmado su registro en Rusia para realizar operaciones en ese mercado. Sin embargo, no todo será complacencia para el gobierno ruso, ya que la compañía no ha cedido a la totalidad de peticiones que le fueron realizadas.
We've no issue with formalities, but not a single byte of private data will ever be shared with any government https://t.co/HZl5b4kWPt
— Pavel Durov (@durov) June 28, 2017
Una de los aspectos que Telegram no está dispuesto a negociar tiene que ver con los datos privados de usuarios, los cuales no serán compartidos con Rusia (Ni con nadie). Recordemos que el principal beneficio para los usuarios y la razón del éxito de esta aplicación, es precisamente el tema de la privacidad, que ha sido una de las prioridades de sus creadores desde el principio, y la que dudosamente pondrán en riesgo para perder su modelo de negocio.
Además, ceder a estas peticiones representar una solución contraproducente para Telegram, ya que no se conocen las intenciones y el uso que Rusia le dará a estos datos. El aspecto negativo para la compañía en relación a este tema, es que sus servidores deberán ser llevados a Rusia para poder operar allí, de forma que las autoridades puedan solicitar acceso cuando lo necesiten.
Por lo pronto, solo nos queda ser espectadores de esta historia, que a raíz de tanta polémica, no parece haber llegado a su final.