Sea cual sea la tecnología la alternativa de realidad virtual o realidad aumentada que utilicemos, todas enfrentan un problema en común: requieren colocarnos un bulto nada ergonómico en la cabeza. Está es la razón que ha motivado al equipo del Microsoft Research a desarrollar un prototipo de tecnología que permite colocar una pantalla holográfica en un dispositivo del tamaño y aspecto de unos anteojos comunes.
Ahora bien, el bulto ese que nos colocamos en la cabeza con los dispositivos de VR o AR (Oculus Rift, HTC Vive o HoloLens) tiene una razón de ser. Esto se debe a que con estos dispositivos aumentan el campo de visión. Un dispositivo más pequeño, debido a la tecnología hasta ahora utilizada, resultaría en un campo de visión más pequeño, algo que los que usaron los Google Glass conocen de primera mano. El problema es que esos cascos que nos colocamos sacrifican la movilidad y el confort de los usuarios.
Lo que el equipo del Microsoft Research ha logrado, es una pantalla holográfica que se puede colocar muy cerca del ojo. Su tamaño es tan reducido que puede caber dentro de un marco de anteojos convencionales y debido a la cercanía del ojo, es posible proyectar imágenes dando un campo de visión de 80 grados. Claro, esto sigue siendo inferior al campo de visión de los Hololens.
Ahora bien, las aplicaciones de este tipo de tecnología no tienen que ser las mismas que las del HoloLens. El Microsoft Research team cree que es posible utilizarlo para corregir la visión en problemas que sufren de este tipo de afecciones.
De momento, no hay intenciones comerciales detrás de estos primeros prototipos, ha dicho Microsoft. No obstante, si se logra mejorar la aplicación y uso de esta tecnología sería un desperdicio no implementarla.