Los restos fósiles encontrados en la cueva Rising Star (estrella ascendente) ubicada en la región conocida como “la cuna de la humanidad” en Sudáfrica, una zona declarada patrimonio histórico de la humanidad por la UNESCO, representa uno de los hallazgos más importantes descubiertos hasta la fecha. Los restos están excepcionalmente bien conservados y son la mayor colección de fósiles de una sola especie de homínidos primitivos que se han descubierto en África.
Para contextualizar el tema, es necesario hacer referencia al hallazgo realizado por los espeleólogos Rick Hunter y Steven Tucker, quienes descubrieron en Bloubank, Sudáfrica, un rincón remoto conocido como la Cámara Dinaledi. Los científicos reportaron haber encontrado una especie de chimenea de unos 12 metros de diámetro, que condujo a una habitación subterránea, cuya superficie estaba cubierta de fósiles homínidos.
Los científicos encontraron más de 1.550 fósiles pertenecientes a 15 individuos distintos de la misma especie, el descubrimiento presenta el más grande hallazgo en África. Casi dos años después, investigadores de la Universidad de Witwatersrand en Sudáfrica, la National Geographic Society y la Fundación Nacional de Investigación de Sudáfrica, dieron a conocer al Homo naledi; este homínido tiene una combinación de características que los científicos no esperaban encontrar, por ejemplo, un muy pequeño cerebro y pies complejos, parecidos a los de los humanos; los adultos tenían una altura promedio de 1,5 metros y un peso de aproximadamente de 45 kg.
En ese momento, los científicos estimaron que los fósiles podrían tener más de dos millones de años de edad, o unos pocos cientos de miles de años menos, considerando las características evolutivas; sin embargo, ahora se tiene una fecha más exacta.
Usando una combinación de modernas tecnologías como la llamada luminiscencia estimulada ópticamente, la radiación en los sedimentos antiguos y el análisis paleomagnético de uranio-torio, los científicos ubicaron la fecha de los restos entre 335 y 236 mil años de antigüedad. Esto coloca a esta población de homínidos primitivos en un momento y lugar donde es probable que hayan vivido junto al Homo sapiens.
Para este tiempo, un período conocido como el Pleistoceno Medio, se pensaba que sólo existían Homo sapiens en África, y es precisamente en ese momento que el registro fósil muestra el surgimiento de lo que se ha denominado como «la conducta humana moderna», un comportamiento que hasta ahora se consideraba exclusivo de los humanos modernos, tales como el auto-adorno y la fabricación de herramientas complejas.
Pero el descubrimiento de una segunda cámara, tuvo impacto significativo en la interpretación de la compresión arqueológica. El paleoantrópologo Lee Berger señala: “Ya podemos asumir que conocemos, qué especie hizo cuáles herramientas o incluso suponer, que fueron los humanos modernos los que hicieron estos importantes avances tecnológicos y conductuales.”
Los científicos señalan que los abundantes fósiles de Homo naledi que se encontraron en la segunda cámara, incluyendo uno de los esqueletos más completos de un homínido descubierto nunca, da peso al argumento de que el Homo naledi dispuso deliberadamente de sus muertos en estas remotas y casi inaccesibles cavernas, una conducta que hasta ahora, era atribuida exclusivamente al Homo sapiens.
John Hawks, de la Universidad de Wisconsin-Madison y la Universidad de Wits, describió los fósiles de Homo naledi como «espectaculares» y manifestó: «Los hallazgos plantean un giro determinante en la historia evolutiva. Creo que algunos científicos asumieron que sabían cómo ocurrió la evolución humana, pero estos nuevos descubrimientos fósiles, sumados a lo que sabemos de la genética, nos dicen que no todo está definido y que aún queda mucho por descubrir.”