En Europa y Asia existen numerosos sitios prehistóricos que contienen herramientas y otros objetos hechos por el hombre en tiempos ancestrales; sin embargo, la escasez de restos óseos de los antiguos humanos, que configuran la fuente primordial para estudiar el material genético, ha imposibilitado que las investigaciones científicas sean todo lo fructíferas que se espera. En un esfuerzo por revertir este obstáculo, un grupo de Investigadores logró desarrollar un nuevo método para obtener ADN de homínidos de sedimentos de cuevas, incluso en ausencia de fósiles.
Con la técnica de detección altamente sensible que aplican, los científicos han logrado identificar material genético humano en sitios prehistóricos donde, por la presencia de herramientas de piedra y otros objetos, se ha propuesto presencia homínida, pero nunca se ha podido demostrar.
Hasta la fecha, nuestra comprensión de cómo evolucionaron los primeros humanos, colectivamente llamados homínidos, se basa principalmente en los pocos fósiles que se han encontrado dispersos en todo el mundo. Los restos óseos son escasos, lo que proporciona una imagen muy limitada de dónde y cuándo vivieron nuestros antepasados humanos.
Nuestros parientes extintos incluyen los Neandertales, que vivieron entre 400.000 y 40.000 años en Europa y partes de Asia; y los Denisovanos, que se separaron de los Neandertales hace unos 380.000 años. Finalmente ambos fueron reemplazados por el Homo sapiens.
Los científicos han sabido por mucho tiempo que el suelo en las cuevas está lleno de ADN valioso. Pero este material genético antiguo está muy fragmentado, y hasta hace poco, no se contaba con las herramientas tecnológicas que permitieran analizar este material genético dañado para obtener resultados precisos.
Contando con la colaboración de una amplia red de investigadores, se realizaron excavaciones en siete sitios arqueológicos en Bélgica, Croacia, Francia, Rusia y España. En general, se recogieron muestras de sedimentos que cubren un lapso de tiempo de 14.000 a 550.000 años.
Con la técnica aplicada en el estudio, los investigadores recuperaron y analizaron fragmentos de ADN mitocondrial (material genético de las mitocondrias), logrando identificar ADN perteneciente a homínidos, así como una variedad de mamíferos diferentes que incluyen especies extintas tales como el mamut lanudo, el rinoceronte lanudo, el oso de las cavernas y la hiena de las cavernas.
La autora principal del estudio, Viviane Slon, genetista del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, Alemania, señala: «Anteriormente, no pudimos obtener datos genéticos de los homínidos que estuvieron presentes en dichos sitios. Pero la novedosa técnica para recuperar el ADN de los sedimentos, abre la posibilidad de investigar la filiación genética de los ocupantes de esos lugares, con lo que podríamos entender mejor los patrones de migración de los grupos de homínidos antiguos en el tiempo y el espacio».
Slon y sus colegas continúan su trabajo, allanando el camino para reconstruir la historia evolutiva humana.
El éxito reportado en esta investigación, abre las puertas para el análisis de ADN recuperado de los sedimentos y se perfila como un procedimiento arqueológico de gran utilidad en el futuro.