Hace más de 100 años, un naturalista llamado George Gardner visitó Brasil y vio a un grupo de niños jugando en la calle con lo que él pensaba que eran luciérnagas gigantes. Resulta que no se trataba de insectos, sino de hongos, desde entonces estos singulares especímenes han despertado la curiosidad de la comunidad científica.
Los científicos siempre han estado fascinados por los organismos que producen su propia luz (bioluminiscencia), aunque los detalles sobre su mecanismo de emisión de luz hasta ahora han sido escasos; pero en un trabajo investigativo llevado a cabo por un grupo de científicos, liderado por Cassius Stevani, del Departamento de Química Fundamental de la Universidad de Sao Paulo en Brasil, se revelan los mecanismos que producen el exótico efecto.
Se han encontrado sólo 80 especies de hongos que son bioluminiscentes, de un total de aproximadamente 100.000 especies en todo el mundo. Stevani y sus colegas han pasado años investigando las propiedades químicas de estos extraños hongos.
El proceso implica tres componentes claves: un substrato oxidable llamado luciferina (el nombre se deriva de «lucifer», que en latín significa «portador de luz»), una enzima luciferasa y un emisor de luz.
El estudio, enfocado en las especies Gardneri Neonothopanus y Neonothopanus nambi, setas que crecen y brillan en Brasil y Vietnam, mostró que la bioluminiscencia en las setas se produce cuando la enzima luciferasa cataliza una reacción entre el oxígeno atmosférico y las moléculas de luciferina. Esto produce oxiluciferina, un estado altamente excitado de la luciferina. Con el fin de volver a su estado fundamental, la oxiluciferina libera el oxígeno; esta liberación de energía es lo que produce el efecto de brillo que observamos.
Cuando la luciferina vuelve a su estado fundamental, no se pierde ni destruye, por lo que el proceso puede continuar siempre y cuando haya oxígeno presente; es decir, los hongos bioluminiscentes reciclan sus productos químicos activos.
Los científicos también encontraron que podían cambiar los colores emitidos y la intensidad del efecto, alterando la cantidad de luciferina en la mezcla que produce la reacción química.
Aprender más acerca de cómo la naturaleza produce bioluminiscencia, ha dado lugar a aplicaciones prácticas, por ejemplo, es utilizada para ayudar en el seguimiento de las células, a fin de obtener más información sobre los procesos biológicos.
Además de obtener una mayor comprensión de cómo funciona el mundo natural, con este conocimiento, los científicos podrían utilizar los productos químicos en los hongos bioluminiscentes para desarrollar nuevas tecnologías de imagen para la biología y la investigación química.