Investigaciones recientes han producido unos resultados interesantes que acercan un poco más al fin de una de las pesadillas recurrentes para los usuarios de smartphones: quedarse sin carga.
Las soluciones disponibles hoy en día son más que todo paliativos. Llevar todo el día el cable del cargador para conectarse a la primera toma de corriente disponible, o adquirir un cargador portátil, que es esencialmente una batería donde se lleva una reserva de carga adicional. Sony desarrolló un sistema inalámbrico que permite “robar” carga de otros smartphones, pero, además de ser paliativo, contempla el problema de que le permitan a alguien drenar carga de un dispositivo ajeno. En la Universidad McGill de Montreal, Canadá, los investigadores encontraron otra aproximación que promete.
Al aplicar al cátodo de una batería una capa de moléculas recubiertas de un colorante fotosensible, fueron capaces de cargar una batería de iones de litio mediante la aplicación de luz solar. Usando la terminología de los investigadores, la batería fue capaz de cosechar energía solar. A pesar de que los hallazgos son preliminares, este desarrollo apunta en la dirección de obtener dispositivos móviles capaces de cargarse de manera autosuficiente usando la energía del sol.
Aún falta resolver problemas inherentes a esta tecnología, como el hecho de que el tratamiento permite cargar la batería, pero no deja drenar energía de ella. Es decir, se tiene sólo una batería cargada que no se puede usar para alimentar el dispositivo. Pero es cuestión de tiempo para disponer de baterías que se carguen usando luz solar, y de las que se pueda aprovechar la energía obtenida.
Lo más probable será contar con un sistema híbrido, que obtenga carga de la toma de corriente, y que se pueda colocar a la luz del sol para que recupere su carga. Esto sin duda permitirá a los usuarios el estar fuera de casa sin andar en continua búsqueda de una toma.