Se sabe que arrojar una roca en un estanque genera ondas y mientras más fuerte sea lanzada la roca, producirá ondas más grandes. La física básica nos dice que la roca tiene dos componentes energéticos: su tamaño produce la energía potencial (PE) y su velocidad genera la energía cinética (KE).
Lo mismo ocurre cuando un terremoto submarino hace que una parte de la pendiente continental se desplace hacia el océano; este deslizamiento genera energías potenciales y cinéticas que generan y propagan tsunamis. Sin embargo, las energías potenciales y cinéticas tienen características diferentes: la primera depende del volumen añadido al océano y la segunda es el resultado del impulso impartido. La división de la energía total en estos dos tipos de fuentes, es la clave para resolver el misterio de la génesis de los tsunamis.
Una reciente investigación realizada en la Universidad Estatal de Oregón, revela que el movimiento horizontal del fondo marino durante un terremoto puede darle a los tsunamis un impulso crítico, una postura que difiere con lo previamente asumido en donde se consideraba que sólo el movimiento vertical aportaba la mayor parte de la energía de un tsunami.
Los investigadores estiman que más de la mitad de la energía del inesperado gran tsunami que asoló Japón en el año 2011, se originó en el movimiento horizontal del fondo marino. Contabilizar este movimiento lateral podría explicar por qué algunos terremotos generan grandes tsunamis, mientras que otros no lo hacen.
Con el uso de dos máquinas de olas, Tony Song, oceanógrafo del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA y sus colegas, realizaron una serie de experimentos y pruebas en las que se empujaba agua hacia arriba y hacia el exterior; los investigadores encontraron que añadir movimiento horizontal, provocó olas más grandes que las originadas solamente con movimiento vertical.
Al combinar los resultados experimentales con una nueva simulación de tsunami por ordenador que incorpora el movimiento lateral, los investigadores podrían explicar el inusual tamaño del tsunami del Océano Índico de 2004. Ese tsunami, uno de los peores desastres naturales de la historia, era más grande de lo que la teoría del movimiento vertical puede explicar.
Song expresa:
Durante los últimos 30 años, nos hemos estado moviendo en la dirección equivocada para hacer un buen trabajo en la predicción de tsunamis. Esta nueva teoría conducirá a un mejor enfoque predictivo de lo que tenemos ahora.
Una de las propuestas de los científicos plantean es utilizar de sensores GPS para medir el movimiento horizontal del fondo marino durante un terremoto, lo cual permitirá realizar predicciones más precisas de los tsunamis, antes de que la ola sea descubierta por boyas oceánicas.